"Voy a tratar de aplicar dos principios de prudencia. El primero, el principio de la minifalda: lo suficientemente corta para mantener la tensión y lo suficientemente larga para cubrir lo fundamental y, el segundo, hablar de Chile diciendo lo que uno piensa sin entrar a la contingencia conflictiva diaria", bromeó ayer el ex Presidente Sebastián Piñera al iniciar su intervención en un seminario de la Escuela de Negocios de la Universidad de los Andes.
A poco andar de su exposición, sin embargo, el ex mandatario fue abandonando la cautela anunciada y el humor de la primera cita para dar paso a la más dura y frontal crítica que haya realizado a la administración de la Presidenta Michelle Bachelet desde que abandonó La Moneda hace 168 días. Intervención que, de paso, gatilló el mayor enfrentamiento entre el ex gobernante y el Ejecutivo.
Con un power point de respaldo, Piñera abrió los fuegos cuestionando las reformas educacional y tributaria, la cual -dijo- significaría una pérdida de "US$ 12 mil millones de ingresos fiscales" debido a un debilitamiento del "crecimiento".
"Hasta ahora este programa, en mi opinión, tiene algunos elementos que deben ser revisados y ojalá corregidos, porque no apuntan en la dirección correcta", señaló, agregando también durante su discurso que es bueno que "reflexionemos si estas reformas están conduciendo al país donde quisiéramos".
Al tiempo que una serie de cifras económicas se reflejaban en las pantallas gigantes del auditorio, el ex presidente realizó luego un detallado repaso de los primeros "seis meses de gobierno", comparando números actuales con los de su administración en materia de empleo, inversión, crecimiento, entre otras y llamando a enmendar el "rumbo".
"Cuando vemos los resultados de 2014, uno puede echarle la culpa a la economía internacional, yo creo que no, o también echarle la culpa al gobierno anterior, que tampoco corresponde, o asumir qué estamos haciendo bien, qué estamos haciendo mal (...), cuánto de lo que estamos haciendo hoy día es un voluntarismo, que hoy día sabemos que el apoyo a la Presidenta Bachelet no fue tanto por el programa, sino que fue un apoyo a su persona, y estamos a tiempo, a mi juicio, de enmendar el rumbo y de corregir políticas públicas equivocadas", dijo.
En un error que provocó la risa de los presentes, Piñera aludió incluso a un "cambio" de gabinete citado por la Presidenta, en referencia al consejo que convocó Bachelet ayer en medio de las críticas a la gestión de algunos ministerios (ver página 4) .
Luego señalaría que "ahora que estamos cumpliendo los primeros seis meses de este gobierno, una profunda reflexión con un espíritu distinto, menos voluntarismo, eslogan, división, más diálogo más unidad, cordura, más búsqueda de acuerdos y de entendimientos". Más tarde agregaría conceptos como "recuperar las confianzas perdidas", "menos retroexcavadoras, "menos improvisación".
La respuesta de La Moneda no tardaría en llegar. Tras sostener una conversación con la Presidenta, el ministro de Interior, Rodrigo Peñailillo, salió a hacerse cargo de la réplica de Palacio a Piñera, la misma que muchos calificarían como la más dura de un gobierno a un ex mandatario.
"Yo le pediría a un presidente de la República que dejó la economía a la baja, que destruyó la salud pública, que no cumplió en nada su agenda antidelincuencia, recordemos las frases de campaña, que destruyó las instituciones, recordemos el caso de impuestos internos, la encuesta Casen, el mejor Censo de la historia. Yo le pediría a un presidente de la República que definió la educación como un bien de consumo que tenga tino y prudencia y que la verdad no se deje llevar por la ansiedad de precandidato presidencial".
Al igual que el ministro, la Nueva Mayoría salió a cuestionar la arremetida de Piñera, y apuntaron como causal de la intervención el desempeño del ex presidente en la última encuesta CEP: 38% de aprobación y 27% de rechazo. La Alianza, en tanto, a excepción de contados casos, reforzó en bloque la arremetida del ex gobernante.
Razones
Aunque Piñera se había referido ya a las reformas a Bachelet, en su entorno aseguran que entre las razones que tuvo para endurecer el discurso están su "malestar" por las críticas que ha recibido del gobierno por su anterior gestión, su "preocupación" por lo que considera un "pésimo manejo económico" que traerá un "perjuicio" al país y la inquietud que al respecto le han hecho líderes de la coalición pidiéndole asumir un rol.
Si bien el ex mandatario ha transmitido que está dispuesto a liderar dicha defensa, en la fundación Avanza Chile, que agrupa a gran parte de sus ex ministros, le han advertido que son contrarios a ese tipo de exposiciones, en especial por los costos políticos que esto le puede acarrear.