Pennsylvania se unió hoy a los cada vez más numerosos estados norteamericanos que permiten las bodas igualitarias, después de que un juez federal declarara inconstitucional la prohibición que la ley local había impuesto a los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Se trata de la segunda victoria en igual número de días para los defensores del matrimonio igualitario, ya que la víspera también había sido levantada una prohibición similar que regía en Oregon.
El juez de distrito John Jones III consideró en su fallo sobre Pennsylvania que las leyes locales del estado que prohibían los matrimonios igualitarios, así como el reconocimiento de las parejas homosexuales casadas en otros estados, violan tanto el derecho al debido proceso como la cláusula que garantiza el trato igualitario ante la ley previstas en la 14 enmienda de la Constitución.
"El hecho de que los matrimonios del mismo sexo provoquen incomodidad en algunas personas no hace que su prohibición sea constitucional", subrayó el magistrado, quien razonó que si no fuera así, Estados Unidos "seguiría siendo una nación racialmente segregada de acuerdo con la hoy en día justamente descartada doctrina de 'separados pero iguales'".
De este modo, y mientras la decisión sea apelada ante un tribunal superior, Pennsylvania se convierte en el decimonoveno estado norteamericano que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. A ellos se une la capital del país, Washington, que también avala las bodas igualitarias.
La progresiva autorización de los matrimonios entre personas del mismo sexo o, en su defecto, la derogación de las leyes estatales que las prohíben se ha producido de forma ininterrumpida desde que en junio del año pasado la Corte Suprema declarara inconstitucional la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, por sus siglas en inglés), firmada en 1996 por el entonces presidente Bill Clinton.