"Cuando estás en una crisis los dolores son tan grandes que no puedes lavarte los dientes, las manos, ni peinarte. Todo duele". Así relata Cecilia Rodríguez las crisis que sufre por su artritis reumatoidea (AR), un mal autoinmune de causa desconocida que provoca inflamación, rigidez y fuertes dolores en articulaciones.

La enfermedad es más frecuente en mujeres. Por cada tres hombres, siete mujeres sufren el mal. Se presenta cerca de los 30 años.

Aún es un misterio saber por qué afecta más a las mujeres. "Quizá por algo hormonal, pero todavía no hay certezas", dice a La Tercera, Josef Smolen, experto de la U. Médica de Viena.

Se calcula que en Chile hay 100 mil pacientes con AR y de ellos, unos tres mil están en alguna etapa invalidante de la enfermedad.

Cecilia Trejo, vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Reumatología (Sochire), explica que a dos años de la enfermedad, el 70% de los pacientes ya presenta daño articular; a los 10, la mitad sufre discapacidad grave, y a los 15, apenas el 40% está en condiciones de trabajar.

Al igual que los diagnósticos, las pensiones de invalidez por esta causa están aumentando en el país. De acuerdo a cifras de la Superintendencia de Pensiones, en 2012 se entregaron 781 pensiones de invalidez total a causa de este mal, más del doble de las aprobadas en 2009, cuando se dictaminaron 385. En total, desde 2009 y hasta 2012 (últimas cifras disponibles) se han entregado 1.698 pensiones de invalidez. Para el mismo período, las de invalidez parcial suman otras 2.382.

Trejo agrega que el 10% de los pacientes con artritis reumatoide que trabajan quedan incapacitados antes de los dos años. El 50% de las personas deja de trabajar antes de los cinco años.

Las cifras de Fonasa refuerzan el fenómeno. El número de licencias médicas otorgadas para la AR entre 2007 y 2012 en el sistema público alcanzaron 36.280.

Trejo dice que realizarán un estudio de prevalencia e incidencia de la artritis reumatoidea en adultos para ver el real alcance de la enfermedad en el país.

Como no existe un único tratamiento para todos los pacientes, la detección temprana sigue siendo lo ideal. "Treat to target", ha sido la estrategia escogida para tratarla. Esto implica, que al igual que en la diabetes, el objetivo de las terapias no es "curar" al paciente, sino tratar de mantener los síntomas en remisión por el mayor tiempo posible. "Necesitamos explicarle al paciente cuáles son las terapias que se sugieren para que sepa cuál es el objetivo del tratamiento y cómo se logrará", dice Smolen.

Los últimos medicamentos para la AR son anticuerpos monoclonales o biológicos que se unen a proteínas en el organismo y desde ahí actúan reduciendo los síntomas, pero no sirve a todos.