El instrumento más conservador entre los cinco que gestionan las AFP, el Fondo E, superó recientemente en montos a otros tres que implican un mayor riesgo de inversión. El fenómeno se debe, explican en la industria, a factores como la búsqueda de refugio, que se manifiesta en los traspasos entre fondos de AFP, y que podría verse acentuada debido a la salida del Reino Unido de la Unión Europea, conocida como Brexit.
En efecto, en enero de este año el Fondo E alcanzó los $ 16,9 billones, sobrepasando al A y al B, que ese mes registraron $ 15,5 billones y $ 16,7 billones, en cada caso.
En los meses siguientes, el E continuó creciendo hasta sumar, en mayo, $ 20,2 billones, superando al D (conservador), que ese mes anotó $ 19,2 billones. En tanto, el Fondo C (intermedio) se mantiene como el más grande, con $ 40,7 billones.
Al aislar del análisis el período 2002 a 2003, cuando comenzó a operar el esquema de multifondos, es inédito que el instrumento E se haya ubicado simultáneamente por encima del A, B y D. Sólo en septiembre de 2015 el más conservador superó al más riesgoso, aunque fue sólo por ese mes.
Un primer factor, dice la Superintendencia de Pensiones (SP), es la rentabilidad real del Fondo E. Esa herramienta, en los últimos 12 meses, "alcanza el 2,43% (de retorno), cifra superior al rendimiento de otros fondos, como el A y el B. Lo anterior, se explica por el positivo desempeño que han registrado las inversiones en renta fija local e internacional en el período, que representan el 96,1% de los activos del E", agrega.
Es aquí donde inciden los traspasos. Roberto Fuentes, gerente de estudios de la Asociación de AFP (AAFP), detalla que "en un año, el Fondo E ha aumentado su participación desde un 12,2% a un 18% de los fondos de pensiones". Añade que eso debe a los "traspasos de afiliados. Aproximadamente, 240.000 cuentas adicionales se registran en 12 meses en el Fondo E, pasando de 420.000 a abril de 2015 hasta 663.000 a abril de 2016".
Es más, según datos disponibles en la web de la SP, entre enero y abril de este año hubo 454.330 traspasos. Y mientras en ese período el Fondo A tuvo 151.843 salidas netas, el E anotó 185.979 ingresos netos.
"El crecimiento del Fondo E durante este año se explica por una estrategia proactiva (traspasos) de los afiliados de evitar pérdidas adicionales en renta variable, principalmente originadas en la primera quincena de enero, producto de la caída en las bolsas internacionales", expone Vicente Lazen, director de RegFin y ex intendente de fiscalización de la Superintendencia de Pensiones (SP).
Consultada por si las AFP están privilegiando la seguridad de las inversiones en un escenario de incertidumbre, la Superintendencia precisa que lo hacen de acuerdo a lo que les exige la normativa. "Así, más que las AFP, son los afiliados los que parecen estar buscando refugio en fondos de bajo riesgo, como el E", indica.
Aunque Claudio Díaz, socio director de IGM Global Markets, plantea que los traspasos y el envejecimiento de la población son factores importantes, lo más determinante, a su juicio, es la desconfianza que existe hoy sobre los mercados, el mundo de las inversiones y la coyuntura económica local y global: "La gente prefiere no correr riesgos y estar en el fondo menos riesgoso".
Envejecimiento
José Ignacio Ruiz, estratega sénior de Bci Estrategia, manifiesta que "los traspasos han sido la principal razón. De ello se desprenden dos motivos: el envejecimiento de la población y la mayor aversión al riesgo, siendo este último el principal factor de los traspasos".
De acuerdo a la norma, los afiliados hombres desde los 56 años y las mujeres desde los 51 años no pueden optar por el Fondo A, el más riesgoso. En todo caso, entre marzo de 2015 e igual mes de este año se observa una fuga transversal desde el A al desagregar por segmentos etarios. Esta ha sido de 11% en afiliados de hasta 40 años; de 11,3% en aquellos de entre 40 y 60 años; y de 68,2% en los mayores de 60 años. Lo inverso ha ocurrido en el E, donde hay aumentos de 69%, 45,7% y 22,5%, respectivamente.
Fuentes señala que la existencia de Fondos conservadores, como el D y el E, es una fortaleza del sistema. "Permite a los afiliados que están cerca de cumplir la edad de jubilación estar en fondos con fluctuaciones acotadas. A modo de ejemplo, más del 90% de los afiliados entre 55 y 65 años se encuentra fuera de fondos riesgosos (A y B)".
Con todo, el fenómeno podría profundizarse debido a la incertidumbre que el viernes sumó a los mercados la votación del Brexit. En ese sentido, apunta Lazen, es muy probable que la "volatilidad provocada por la salida de Reino Unido de la Unión Europea se manifieste en más afiliados optando por fondos más seguros".
Y ante eso hay que tener cuidado, agrega: "Una vez más los afiliados podrían cambiarse después de la caída y es posible que dejen de beneficiarse de una posterior alza".
En ese sentido, la SP reitera que los fondos de pensiones tienen una perspectiva de largo plazo y que, por ello, "no es recomendable que los afiliados intenten una estrategia de inversión de corto plazo (traspasos), pues estos recursos tienen como único objetivo financiar las pensiones al momento del retiro".