"Efectivamente puedo deducir que esta operación podría haber tenido que ver con financiamiento para la campaña presidencial de Michelle Bachelet", fueron las palabras que usó hoy el ex operador político Giorgio Martelli en su declaración ante la fiscalía en el marco de la investigación del denominado caso Penta, por pagos de la empresa Ripley, los que estarían vinculados con la campaña de la Mandataria.
En la indagatoria, a cuyo contenido tuvo acceso en exclusiva La Tercera, Martelli señaló que pese a "no estar participando mucho" en la campaña, contactó al dueño de la consultora Credo, Diego Perry, con gente de la empresa de retail. El publicista es hijastro del ex secretario de comunicaciones de Bachelet, Juan Carvajal, y su empresa fue proveedora de la campaña presidencial.
"Jorge Rosenblut me pidió contactar a la gente de Diego Perry con la gente de Ripley que, me parece que era un señor de nombre Miguel Núñez, Jorge Rosenblut estaba en ese tiempo en Estados Unidos y no tenía los contactos directos y por eso me pidió a mí que los contactara. Jorge Rosenblut venía una vez al mes a Chile a reuniones de directorio. Llamé a Diego Perry o puede que lo haya visto, le dije que Rosenblut me pidió que lo contactara para decirle que le hiciera un trabajo a Ripley en el ámbito de las comunicaciones", dijo el ex operador en su declaración ante el fiscal de Alta Complejidad Oriente Carlos Gajardo y el efectivo de la PDI Raúl Rojas.
En la diligencia además indicó que su participación en la campaña fue "en algunas gestiones que tienen que ver con conseguir recursos, pero no en la campaña misma, a diferencia del 2005 en que fui administrador electoral (...) Las personas que me pidieron participar en el tema del financiamiento fueron Jorge Rosenblut y Rodrigo Peñailillo. Mi función era como operativizar los aportes de campaña que hacían tanto empresas como personas", puntualizó.
El ex administrador de campaña de la actual Presidenta dijo ante la fiscalía que efectivamente él conocía a Perry pues era un destacado profesional de las comunicaciones y con mucha experiencia, y que creía que se lo presentaron en la primera campaña de Bachelet en 2005 o en la siguiente.
En 2013, dijo, "me pidieron colaboración en el tema de conseguir recursos para la campaña, no participé directamente en la campaña, participé en algunas gestiones que tienen que ver con conseguir recursos, pero no en la campaña misma a diferencia de 205 en que fui administrador electoral".
Martelli aseguró que su función era "orientar a las empresas para canalizar los aportes". Esto en referencias a los apoyos económicos vía Servel a lo que llamó "la operatoria del aporte", ya que según su testimonio "el sistema tiene ciertas complejidades, es bastante engorroso" y que en ese sentido "a veces me entrevistaba con las personas que estaban a la cabeza de la empresa y en otras ocasiones con personas que estaban en rangos inferiores". Esto último, según el interrogatorio, lo definían Jorge Rosemblut y Rodrigo Peñailillo.
En esa línea argumentativa, el geógrafo dijo que su rol no era hacer que las empresas aportaran a la campaña de Bachelet, "sino que una vez que ese aporte se decidía, mi rol era la operatividad, explicar cómo hacerlo, ver los límites que existían".
En el caso de Ripley, si bien señala que los pagos a Credo pudieron tener que ver con la campaña de la actual Presidenta sostiene que él sólo fue una especie de contacto entre el contralor de la firma de retai y Perry. "No tuve mayor conocimiento de la existencia de facturas, órdenes de compra u otras actividades entre Ripley y Diego perry o asesorías Credo. Tampoco supe el destino de los recursos que se hubieran entregado por Ripley ni a qué se destinaron".