Luego de la publicación de los resultados de la última encuesta CEP, el miércoles el diputado Pepe Auth (PPD) echó mano a su expertise electoral y cruzó algunos inquietantes resultados por el bajo respaldo al gobierno. Luego, elaboró una minuta de cuatro carillas, documento crítico de la gestión de La Moneda que comenzó a circular en el oficialismo y que La Tercera reveló ayer. Aunque advierte que su lealtad con Bachelet no está en duda, en  esta entrevista el legislador PPD profundiza sus conclusiones.

Usted alerta sobre la baja en "confianza y cercanía" de la gente hacia la Presidenta, atributos supuestamente fuertes  en Bachelet. 

La baja de la confianza tiene que ver con la escasa presencia que ha tenido en la agenda del gobierno y la Presidenta la gestión de la solución de los problemas cotidianos de las personas, por sobre la dimensión política-reformista de la agenda. Tampoco ha ayudado que la agenda haya tenido tanta presencia internacional, por lo tanto, la Presidenta ha estado menos cerca. Pero creo que la razón de fondo es que la gente ha visto a Bachelet menos preocupada de sus problemas cotidianos, está perdiendo esa tremenda capacidad de empatizar. La actitud del gobierno no ha sido empática con los temores e inquietudes ciudadanas. Desde ese punto de vista, involucrar la protesta de los apoderados con la campaña del terror no sirvió, menos cuando lo hace desde Alemania.

Una agenda gubernamental más centrada en temas políticos que ciudadanos. 

Eso es lo que aparece, que la política copa la agenda y esto contrasta con un país donde el 57 por ciento de las personas no se identifica en el eje izquierda-derecha. Cuando la Presidenta, que ha tenido una dimension de líder ciudadana muy fuerte y aparece ahora tan cargada a la dimensión propiamente política, es en ese electorado donde se produce la caída más fuerte, un fenómeno que, en todo caso, puede ser provisorio.

¿Fin al binominal y nueva Constitución, son temas con los que la gente no conectaría?

Son temas abstractos y es donde se nota más la brecha entre el interés político y el ciudadano. Se requiere una pedagogía muy intensa y sofisticada para explicar el por qué se necesita una nueva Constitución. No digo que haya que sacar los temas políticos de la agenda, creo y estoy metido en ellos, pero es indispensable equilibrar la agenda con la gestion cotidiana del presente. No se puede comunicar que la agenda se va a concentrar en la nueva Constitución, al mismo tiempo que se está cerrando una UCI pediátrica de un hospital.

Usted señalaba la necesidad de "reorientar" la reforma educacional. ¿De qué forma?

Hay que resolver las incertidumbres de la gente, hay que despejar el miedo al cierre masivo de las escuelas. Ese puede ser un autogol gigantesco, que termine echando abajo la reforma. Segundo, tenemos que poner el foco en las familias. Hay que ir muy rápido con la gratuidad en la educación superior, que es el sueño de todos.

¿En qué se nota la "soberbia" de la Nueva Mayoría que usted acusa, según dice en su documento?

Piñera dijo que en 20 días había hecho más que en 20 años y ellos ganaron con 53 por ciento. Nosotros, que ganamos 62 por ciento, hemos cedido a la misma tentación cometiendo dos errores: sentir que porque ganamos la elección, el país se corrió a la izquierda, y pensar que cuando la gente vota, se está entregando un cheque en blanco, una especie de confianza duradera por todo el periodo. Cuando se hacen reformas profundas, no basta con tener mayoría parlamentaria, hay que preocuparse de tener mayoría social. Porque si no, la cuestión se va a jugar entre quienes están por profundizar las reformas y quienes están por revertirlas. En las últimas encuestas, al menos la sintonía gruesa está: la gente encuentra inaceptable la desigualdad

¿Del éxito de este gobierno depende de la continuidad de la Nueva Mayoria?

En su primer gobierno, Bachelet asumió cuando la Concertación llevaba 16 años en el poder y era claramente el último gobierno de un ciclo que se terminaba. Ahora llegó a Chile asumiendo que era la primera Mandataria de un nuevo ciclo que se iniciaba. Por lo tanto,  este gobierno será exitoso sólo en la medida de que en la próxima elección ganen los que quieran profundizar el camino de la reformas y no los que quieren revertirlo. Si ganan los que quieren revertirlas, este gobierno será un fracaso.