La compleja situación en la planta nuclear Fukushima en Japón, tras el terremoto y tsunami que azotó la nación nipona, mantiene al mundo alerta por el riesgo que implica la propagación de radiactividad.
De hecho partículas o isótopos de baja concentración podrían llegar este viernes a California, Estados Unidos, según consignan expertos citados por el diario Los Angeles Times.
Sensores estadounidenses están desplagados para detectar cualquier señal de aumento de la radiactividad, pero hay confianza en los expertos que de producirse aquello sería dentro de los límites de seguridad establecidos.
Según el periódico, la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. posee un sistema conocido como Radnet que está equipado de unos 100 monitores de radiación que trabajan las 24 horas del día en todo el país. A esto se suma una red de 63 sensores operados por la Organización del Tratado Amplio de Prohibición de Pruebas Nucleares, una agencia internacional aliada a la ONU.
En tanto, citado por el diario español El País, el director de investigación del gubernamental Instituto de Investigación de Defensa de Suecia, Lars-Erik De Greer, estima que los niveles de radiactividad no eran peligrosos para la gente, pero que las partículas, eventualmente continuarían hacia el Atlántico y también llegarían a Europa.
De Geer basa sus advertencias en datos de una red internacional de estaciones de vigilancia de la Organización del Tratado Amplio de Prohibición de Pruebas Nucleares, establecidas para detectar señales de pruebas con armas nucleares.
A su vez el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), informó hoy de que 23 personas resultaron heridas en Fukushima, hay dos desaparecidos y más de 20 personas a quienes se les comprobó contaminación radiactiva de diverso grado.
El diario El País, asegura que en 1986 con el desastre de Chernobyl, la radiación se propagó por todo el mundo y llegó a la costa oeste de EE.UU. en 10 días en niveles muy bajos aunque podían medirse.