La renuncia del intendente de la Sexta Región, Héctor Huenchullán, dada a conocer el miércoles, no sorprendió a La Moneda. Desde hace algunas semanas, el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, venía conversando con Huenchullán la forma de concretar su salida debido a la denuncia de intervención electoral vinculada a esa repartición pública.
La polémica se inició tras conocerse un mail enviado por una funcionaria de la intendencia, en el que se citaba a una reunión de autoridades DC, quienes debían llevar información de los beneficiados con programas sociales de la región. Ello gatilló una investigación de la fiscalía y un sumario de Contraloría. En paralelo, la Alianza alistaba una acusación constitucional contra Huenchullán.
Este último escenario era el que el jefe de gabinete buscaba evitar, según indican fuentes de gobierno.
De hecho, con la renuncia del intendente se impide que el gobierno enfrente un episodio similar al de Yasna Provoste.
En 2007, cuando la Alianza arremetió en contra de la destituida ministra de Educación, Pérez Yoma fue uno de los promotores de una dimisión de Provoste antes de que se concretara la acusación. Su postura, en esa ocasión, no primó en Palacio.
Ahora, en cambio, el titular del Interior optó por no repetir esa situación. Según fuentes de Interior, ministro visó el martes la salida del intendente y la redacción del comunicado que leyó al día siguiente. Con ello, cerraba un foco de tensión innecesario durante la época electoral.
Previamente, fue el propio Pérez Yoma quien afirmó el 18 de agosto -cuando fue interpelado en el Congreso- que iban a esperar los resultados de la investigación de Contraloría y de la fiscalía para tomar una decisión. "Cuando tengamos esos antecedentes tomaremos las medidas que corresponden", dijo en esa ocasión.