Las noticias sobre el destino de Saif al Islam fueron en las últimas semanas tan contradictorias como su propia vida. El segundo hijo de Muammar Gaddafi fue considerado durante mucho tiempo como la cara liberal del régimen. Pero tras el inicio de las protestas se mostró frío y contundente.
Nacido en 1972, el hijo favorito del derrocado mandatario libio estudió arquitectura en Trípoli, Viena y Londres. Antes del inicio de la "Primavera árabe", se le conocía por su simpatía y elocuencia y era considerado un "hombre de mundo".
Pero a comienzos de febrero, iniciadas ya las protestas, apareció de repente como uno de los hombres fuertes del régimen. Con frialdad, Al Islam -cuyo nombre significa "espada del Islam"- advirtió de la llegada de un Estado islámico, del caos y la guerra civil si no cesaban las protestas.
Desde ese momento se convirtió en vocero del régimen, en el azote que se encargaba de lanzar consignas de aliento a los seguidores de Gaddafi.
Su última gran aparición se produjo a finales de agosto: poco después de que los rebeldes conquistaran Trípoli, Al Islam se presentó ante los periodistas y anunció la victoria del régimen. Pero incluso ya prófugo, volvió a dejar oír su voz para amenazar a los insurgentes: "Vosotros ratas y la OTAN, váyanse al infierno", dijo a través de mensaje de audio retransmitido en octubre.
Hasta el último momento se pensó que se escondía en Sirte, la ciudad en la que nació y perdió la vida su padre. Saif al Islam era el último de los hijos fugitivos de Gaddafi y en las últimas semanas se informó en varias ocasiones de su captura e incluso de su muerte.
El Fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI) reclama su extradición a La Haya pues está acusado de crímenes contra la humanidad por la represión de las protestas en Libia.