El 13 de abril pasado, Animal Político, el suplemento dominical del diario paceño La Razón, publicó un reportaje con los detalles de la demanda marítima de Bolivia contra Chile en La Haya, dos días antes de que el propio Evo Morales presentara la memoria de su país en la corte internacional. El artículo revelaba que la tesis boliviana, como finalmente ocurrió, se basaba en las promesas unilaterales que Chile hizo a Bolivia durante los últimos 100 años para otorgarle una salida al mar y que Santiago no cumplió.

Ricardo Aguilar, el periodista que elaboró el artículo, fue acusado por la Procuraduría General de "espionaje" y "revelación de secretos". Además, ha sido obligado a revelar su fuente, en un caso que mantiene alarmada a la prensa boliviana y que esconde una trama mucho más compleja.

Aguilar y Claudia Benavente, directora de La Razón, uno de los diarios más influyentes de Bolivia, debían presentarse ante un fiscal, para una "declaración informativa".

Desde La Paz, el periodista que se encuentra en el ojo del huracán dijo a La Tercera: "Todo el proceso está en reserva. No puedo hacer declaraciones. No soy abogado. Por una orden del juez no puedo hacer declaraciones durante todo el proceso. Yo mismo me puedo perjudicar. Lo único que puedo decir es que no puedo hacer declaraciones".

Aguilar sonaba preocupado y algo acongojado, mientras sus colegas de La Razón se declararon en "estado de emergencia", por la actuación del juez Jhonny Machicado Apaza, que emitió una resolución en la que dispone el "levantamiento del secreto de fuente" en 72 horas.

La memoria boliviana tenía carácter de "secreto" hasta que fue presentada en La Haya, el 15 de abril. Tras ese trámite y por protocolo, Bolivia debió entregarle copias a Chile. Recién el 22 de abril se presentó la denuncia contra Aguilar. Tres días después, el fiscal se pronunció y el 29 lo hizo el juez. Recién el 7 de mayo los periodistas fueron notificados.

En una conferencia que dio Evo Morales en el Palacio Quemado de La Paz, un día después de haber presentado la memoria, aludió al artículo de Animal Político. "Lo que hizo La Razón es un daño al pueblo boliviano. No cometan ese error. Estoy entendiendo que no solamente hay un periódico prochileno (supuestamente el diario Página Siete), creo que (ahora) hay dos periódicos prochilenos".

En su reportaje, Aguilar adelantó la tesis de los "actos unilaterales", mientras hasta ese momento se pensaba que Bolivia basaría su  estrategia en el concepto de "derechos expectaticios".

Según dijo a La Tercera el analista político paceño Carlos Cordero, "este escándalo ha generado todo tipo de pronunciamientos a favor de La Razón y la libertad de expresión".

Cordero pone énfasis en que la denuncia contra los periodistas fue interpuesta por el procurador Héctor Arce, que forma parte del equipo jurídico en la demanda marítima. "Arce busca el escándalo para dejar de lado asuntos que desprestigian al gobierno y al Presidente".

A su vez, Raúl Peñaranda, columnista de Página Siete, tiene otra tesis: "La denuncia genera dudas porque ese diario (La Razón) es controlado periodísticamente por el oficialismo".