Las estimaciones dicen que sólo quedan unos 600 ejemplares de Fulvipes lycalopex, un cánido del centro sur del país, más conocido como zorro de Darwin o de Chiloé, pero nuevos avistamientos en las cercanías de Valdivia hacen pensar que son más: el zorro ya no sólo está en Chiloé y la Cordillera de Nahuelbuta, dos hábitats reconocidos. Ahora se sabe que habitan en el Parque Oncol, el Parque Nacional Alerce Costero y en la Reserva Costera Valdiviana.
Pero aunque los avistamientos podrían aumentar su número, no implica que la especie pierda su condición de peligro de extinción. Expertos dicen que ahora está amenaza por posibles incendios, perros domésticos que ingresan a las áreas protegidas y hasta una carretera costera que se construiría muy cerca de estas reservas.
"La construcción de una carretera es una eventual amenaza. Los perros de comunidades vecinas son un peligro", dice Eduardo Silva, experto del Departamento de Ecología y Biodiversidad de la U. Andrés Bello, quien avistó la especie en la zona junto a los profesores de la Facultad de Ciencias Biológicas de la U. Católica, Ariel Farías y Maximiliano Sepúlveda.
Según este último, el virus del distémper es otra de las amenazas para la especie. La misma enfermedad que afecta a los perros, se transmite a los visones de la zona y también a los zorros. "El virus es el mismo para todas las especies, aunque tiene algunas variantes que pueden ser más patógenas. En el Serenguetti han muerto leones, y en el Parque Yellowstone, coyotes y lobos, también por distémper", dice como ejemplo.
"En el sector de la reserva hay visones y perros domésticos que son parte de las comunidades rurales del área. Hay contacto directo entre ellos, ya sea por secreciones nasales, vómitos o diarreas que quedan en los bosques y en los que el virus puede durar hasta 10 días", dice. A eso se suma el riesgo de un ataque directo de los perros, que pueden ver al zorro como amenaza. Para eso, ya se han iniciado campañas de vacunación en los canes domésticos.
Pero no es la única amenaza. A eso se deben sumar los incendios. "El zorro vive en un ambiente de bosque y debido al cambio climático, los veranos son más largos, más secos y más personas llegan a conocer las áreas". Si se produjera un incendio hoy, no existe una planificación específica para la zona, advierte Sepúlveda.
Plan de conservación
Los expertos creen que incluso más al sur, en la zona costera de la Región Los Lagos, también es posible que existan ejemplares, por lo mismo, esa zona también será incorporada en el Plan de Recuperación, Conservación y Gestión del Zorro de Darwin que está preparando el Ministerio del Medio Ambiente. Charif Tala, jefe de la sección Gestión de Especies del ministerio, explica que el plan se está trabajando con Conaf y el SAG y hace un par de semanas se reunieron para coordinar su redacción. "Incorporaremos todos los actores relevantes, expertos, dueños de terrenos, municipios y también a la población del sector", aclara.
El plan, que tendrá carácter jurídico y con las acciones que deberían ser desarrolladas, estará listo en 2015.
Los investigadores también están conformando un grupo de trabajo con científicos de universidades y ONG para proteger la especie. "Una cosa es encontrarlo, pero después determinar posibles amenazas. Tenemos que saber cuántos hay y dónde", dice Silva.
Los avistamientos fueron plasmados en un estudio publicado en la Revista Chilena de Historia Natural. El descubrimiento fue posible gracias a tres trabajos independientes: una prospección de especies que hacía Farías, y otros dos que buscaban especies en la zona costera valdiviana, a cargo de Silva y Sepúlveda.
"Los captamos a mediados del año pasado. No hemos podido saber la cantidad de individuos, pero ya sabemos que su distribución es más amplia que la que se creía", dice Farías, líder del estudio. Hasta ahora no han logrado ver un zorro de Darwin en vivo, todos han sido captados por cámaras ocultas.
Silva dice que los zorros son difíciles de ver, porque además de vivir en bosques densos y en lugares de difícil acceso, tienden a ser nocturnos, "pero saber que están en lugares donde no lo esperábamos, nos abre un mundo nuevo".