El gobierno del Perú notificó hoy a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), sobre los daños causados a las Líneas de Nazca por activistas de la multinacional ecologista Greenpeace, mientras que su director llegó a Lima para intentar solucionar el problema.
En una misiva dirigida a la representante de Unesco en Perú, Magaly Robalino, la ministra de Cultura, Diana Álvarez, expresó su "profunda preocupación" que causó el lunes la colocación de letras gigantes de tela junto a la figura del Colibrí, uno de los geoglifos más conocidos de las líneas de Nazca, en el departamento sureño de Ica.
"Greenpeace ingresó al sitio arqueológico sin autorización, aprovechando la oscuridad de la noche y caminando sin los implementos de protección necesarios, hasta llegar al geoglifo conocido mundialmente como el Colibrí", señala el documento.
De acuerdo con Álvarez, la Fiscalía y la Policía inspeccionaron la zona y confirmaron "los graves daños causados al entorno del geoglifo en un área de 1.600 metros cuadrados".
Mientras tanto, en medio de las críticas y la indignación que causó la acción de los activistas de Greenpeace, el director de la organización ecologista, el sudafricano Kumi Naidoo, llegó a Lima para reunirse con representantes del gobierno peruano.
"Haremos todo lo necesario para subsanar el problema", dijo Naidoo a su llegada a Lima.
El cartel colocado por Greenpeace, hecho con letras de tela sujetas con piedras y escrito en inglés, decía "Tiempo de cambio: el futuro es renovable", e iba dirigido a los líderes que participan en la cumbre sobre cambio climático de las Naciones Unidas (COP20) en Lima para que pongan fin a los combustibles fósiles.
La acción generó el inmediato rechazo de las autoridades peruanas, como el presidente Ollanta Humala, entre otras figuras políticas, así como de la opinión pública.
La Segunda Fiscalía de Nazca abrió una investigación preliminar del caso tras recibir una denuncia presentada por el Ministerio de Cultura. La investigación preliminar busca identificar a quienes ingresaron a la zona arqueológica, por haber violado la ley de protección al patrimonio cultural, que se paga con hasta ocho años de cárcel.
Greenpeace aseguró que la intervención se realizó "con extremo cuidado" y emitió un comunicado en el que ofreció disculpas "sin reserva alguna" por la intervención. Sin embargo, el gobierno peruano ha rechazado esas declaraciones.
Las Líneas de Nazca, de la época preincaica, fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1994 y legalmente tienen el estatus de zona intangible, por lo que está prohibido acercarse a ellas sin autorización.