En una tramitación récord, que demoró menos de una semana, el gobierno peruano promulgó, en noviembre de 2005, la Ley de líneas de base del dominio marítimo, que formalizaba por primera vez la intención de Perú de modificar el límite con Chile por una bisectriz equidistante.

Entonces, La Moneda rechazó con dureza la ley peruana,  pues desconocía unilateralmente el paralelo que hasta fecha divide las aguas territoriales de ambos países.

La norma, que se constituyó en el primer paso legal del Palacio de Pizarro para demandar a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, había sido ideada por el entonces canciller peruano de la administración de Alejandro Toledo, Manuel Rodríguez Cuadros, quien fue nombrado por el actual Presidente limeño, Alan García, como nuevo embajador en Bolivia.

La información, que era un secreto a voces en Torre Tagle -sede de la diplomacia limeña- y era ya conocida por la Cancillería chilena, fue divulgada ayer en el diario oficial de Perú.

El diplomático de 60 años, conocido por su duro discurso hacia Chile, reemplazará en sus funciones al embajador Juan Fernando Javier Rojas, quien debió enfrentar uno de los peores momentos de la relación entre Lima y La Paz, a raíz del constante enfrentamiento verbal que han mantenido García y el mandatario boliviano, Evo Morales.

Además de las diferencias entre ambos gobernantes por los asilos otorgados por Lima a ex autoridades bolivianas prófugas de la justicia y de los episodios de violencia, protagonizados por grupos indígenas peruanos, la controversia marítima ventilada en La Haya era otro de lo temas conflictivos. Morales atribuía la demanda a un intento de García para bloquear una salida al mar de su país por el norte de Chile, lo que era negado por Perú.

No obstante, fuentes chilenas atribuyen la llegada de Rodríguez Cuadros a La Paz, como una jugada del gobernante peruano, básicamente por una razón de política interna. El ex canciller de Toledo se había acercado al líder opositor Ollanta Humala, transformándose en uno de los principales detractores de Torre Tagle en su estrategia frente a La Haya, lo que obligaba al Ejecutivo limeño a radicalizar posiciones. "Con esto, García se saca una espina", dice un alto personero diplomático.

Otras voces en Chile creen que Lima apuesta a tratar de convencer a Palacio Quemado de que la controversia con Chile no busca perjudicar a Bolivia. Sin embargo, sostienen que esto podría tener escasa incidencia en la "fundida" relación entre García y Morales.

En las últimas semanas, diplomáticos chilenos realizaron consultas para conocer la opinión del gobierno boliviano sobre la llegada del ex canciller, quien en su discurso tiene un componente indigenista, lo que podría generar sintonía con Morales.

En Lima también existía preocupación por la forma cómo sería recibida la noticia en Santiago en momentos en que aún no decantaba completamente la tensión por el supuesto caso de espionaje de un suboficial peruano que había vendido información a militares chilenos.

Mirko Lauer: "Rodríguez sólo jugó el papel de un canciller supeditado a un Presidente"

Para el periodista y analista peruano Mirko Lauer, la designación de Manuel Rodríguez Cuadros como embajador peruano en La Paz es "una señal hacia Bolivia" y un "intento por mejorar las relaciones". Agrega que esto tendrá como efecto una establización en la relación de Chile, Bolivia y Perú.

¿Cuál es el perfil político de Rodríguez Cuadros?

El embajador es, antes que nada, un profesional que ha hecho una carrera dentro del servicio y la relación con la política y las ideas ha estado enmarcada dentro del servicio. Yo veo a José García Belaunde en una línea de continuidad con lo que hizo Rodríguez.

¿Qué rol tuvo el ex canciller peruano en la demanda contra Chile en La Haya?

El jugó el papel de un canciller supeditado a un presidente. Yo creo que toda la idea de la demanda nace de la necesidad de Alejandro Toledo de tener un tema fuerte de tipo nacionalista que lo ayudara a levantar su 8% de aprobación. Entonces, Rodríguez recibió una instrucción política.

Pero se ha dicho que Rodríguez mostró una actitud antichilena.

No creo, no más que el promedio de los peruanos. Por eso digo que es un profesional, porque no hace declaraciones ni emite juicios en ese sentido.

¿Y cómo se entiende su designación en Bolivia?

Es un intento de mejorar las relaciones con Bolivia y, al hacerlo, también se mejoran las relaciones con Chile. Se estabilizan el espacio de los tres países Bolivia, Chile y Perú. Además, Rodríguez habla el lenguaje de Evo Morales. Esta es una señal que se les está enviando. Se está retirando un embajador muy de derecha y se está enviando un embajador conocido por sus inclinaciones ideológicas hacia la izquierda.

¿Cómo se entiende que Alan García nombre a un embajador que no es cercano a él?

Eso tiene que ver más con asuntos de política interna peruana que de política externa. Alan García ha decidido, el artífice de ese nombramiento es García Belaunde, porque de alguna manera, lo que busca una Cancillería es mantener cierta continuidad. Entonces, empezar a entenderse con nuevos embajadores con posibilidades de tener un rol en un próximo gobierno, en la diplomacia -como es el caso de Rodríguez- es una manera de dar una estabilidad.