El grupo Graña y Montero, la empresa de ingeniería e infraestructura más importante de Perú, que la semana pasada anunció la compra del 74% de la empresa local Vial y Vives en US$75 millones, espera alcanzar una facturación por US$500 millones en Chile durante 2013, según señaló el presidente del directorio, José Graña en una entrevista al diario peruano Gestión.
Cabe recordar que en enero de 2011, el Grupo adquirió a Enersis la Compañía Americana de Multiservicios Limitada (CAM), firma de servicios del sector eléctrico con sede en Chile y operaciones en Brasil, Colombia y Perú.
"En general estimamos tener una facturación del orden de los US$500 millones en Chile para el próximo año, sumando nuestras actividades de CAM, lo de Vial y Vives y otras que tenemos directamente", dijo Graña, añadiendo que para este año, la facturación en el país sería del orden de los US$250 millones.
Respecto a la compra de Vial y Vives, el ejecutivo afirmó que en estos momentos hay contratos con el sector minero por un monto de US$385 millones, y que lo importante "es ayudar a que éstos se ejecuten para luego seguir creciendo".
Graña también afirmó que la compañía tiene interés en participar en actividades relacionadas a los sectores de energía, forestal y construcción en el país.
"El tema energético en Chile es muy complejo y están con serios problemas para sacar adelante los proyectos, pero indudablemente es uno de los sectores que nos interesan (...) Nos interesa el tema de infraestructura, las concesiones de carreteras y otros proyectos, pero en estas actividades entraríamos de otra forma, no con Vial y Vives", apuntó.
Graña también afirmó que ve "bastante bien al mercado chileno" y que "hay mucho interés en este nuevo proceso de empresas peruanas invirtiendo en Chile".
Graña y Montero facturó el año pasado US$1.500 millones, y realizó una inversión por US$180 millones, opera desde 1933 y participa en los sectores energía, minería, construcción y vivienda de Perú, y también ha desarrollado proyectos en Argentina, Bolivia, Chile, México y República Dominicana, entre ellos, el aeropuerto de La Paz en Bolivia y la central Ralco, en Chile.