Un clásico, tal como Universidad de Chile vs Colo Colo, o Boca Juniors con River Plate. Es lo que ocurre en septiembre de cada año, cuando las sagas PES y FIFA, los videojuegos de fútbol más apetecidos en todo el mundo, se vuelven a ver las caras en las canchas virtuales.
Y esta nueva temporada promete. Tras un breve acercamiento en la feria electrónica E3 de Los Angeles, donde ambos juegos se encontraban a aproximadamente un 70% de su desarrollo, el resultado final es ampliamente satisfactorio, independiente de los gustos personales del jugador.
En principio, podemos decir que tras 90 minutos de juego, en términos generales quizá se trata de las versiones más equilibradas en mucho tiempo, al menos desde que la criticada edición de PES 2014 cambió su calidad gráfica y comenzó prácticamente desde cero, considerando además el cambio del motor en FIFA este año, menos trumático que en el caso de su competencia.
Así, tanto PES 2017 de Konami como FIFA 17 de Electronic Arts aparecen como alternativas válidas en el que debe ser el mejor año de los títulos simuladores de fútbol. Pero vamos por parte.
Gráficas, PES 2017
Konami este año mantiene el motor gráfico Fox Engine (el mismo popularizado por Hideo Kojima), pero enfocado en sacar lo mejor para recrear lo que ocurre en una cancha de fútbol. A primera vista el avance es menor en comparación a PES 2016, aunque ciertos rostros tienen algunas mejoras, sobre todo con equipos licenciados como el Barcelona donde al parecer se hicieron demasiados esfuerzos. Tantos, que los demás jugadores aparecen como simples personajes genéricos.
Lo bueno es que en cada movimiento, tanto el comportamiento de los jugadores como el balón presentan lo imprevisible de un partido de fútbol. Hay más suavidad, rapidez, las físicas son más realistas y los choques entre jugadores se ven como debe ser. Las animaciones muestran a los jugadores menos robóticos y con mejor complejidad al correr y lanzar centros, por ejemplo. Además, hay más emoción en las reacciones tras una jugada perdida, con muestras claras de enfado o frustración sin fallamos un gol.
Gráficas, FIFA 17
Por otro lado, FIFA 17 apostó por un cambio radical, pasando del anterior motor Ignite al nuevo Frosbite. Como ya lo mencionamos, si en un principio hubo algún temor por repetir lo ocurrido con PES 2014, de inmediato esto queda desechado. Si bien no se trata de una mejora espectacular, sí se trata de una transición más que correcta, y muy notorio sobre todo en términos de iluminación.
Las animaciones, recreaciones de los rostros más conocidos y los movimientos parecen sutiles y suaves, aunque claramente hay casos en los que se nota que no estamos frente a Ignite, sobre todo al controlar un balón, disparar o lanzar un centro. Casi imperceptible y mejorable a futuro, pero que en ningún caso desmejora el desempeño del juego.
Jugabilidad, PES 2017
Pases naturales, buen control y movimientos fluidos aparecen como la gran novedad, mucho más pulida que en PES 2016. Ahora llegar al área contraria en base a pases encadenados se hace más "creíble", y los jugadores se desparraman entregando diversas oportunidades de pase, aunque dejando en claro que es la habilidad del jugador la que prima, y no tanto al jugador que se controla.
Algo muy positivo tiene que ver con la profundidad de los pases y el tiempo que nos tomamos en tener presionado el botón. La entrega del balón se muestra fuerte pero sutil, y nos recuerda a los mejores tiempos de PES 2006 en PlayStation 2, aunque de la recepción no podemos decir lo mismo. En cuanto a los disparos al arco, son potentes el clásico pelotazo fuera del área o diagonal entrando al área penal podrían ser buenos recursos para marcar un gol.
Jugabilidad, FIFA 17
Este año, la sensación de simulación de FIFA casi desaparece por completo. Si bien el juego en su esencia se mantiene táctico, el juego es más directo que en su versión anterior y parece más sencillo ejecutar fintas y pases en profundidad. Las jugadas a balón parado son las más beneficiadas, ya que dependiendo de nuestra estrategia y si utilizamos bien las opciones, tenemos más posibilidades de anotar que el año pasado. Los porteros mejoraron su agilidad, rapidez capacidad de reacción, por lo que si llegar resulta sencillo, marcar ya no será tanto.
Pero tal como en 2016 con el campeonato femenino, FIFA también busca diferenciarse de su competencia con un agregado. Se trata de "El Camino", un modo historia con el que podremos seguir los pasos de Alex Hunter, un jugador ficticio que busca convertirse en el mejor del mundo. Tenemos secciones cinemáticas, jugadas, entrenamientos y otros, y luego de un rato el resultado es muy atractivo, e incluso nos preguntamos por qué no se incluyó antes.
Relatos
En ambos juegos, se repite casi lo mismo de lso años anteriores. En FIFA, el ritmo es correcto, casi no hay cortes, silencios y lo que se relata se apega mucho a lo que pasa en pantalla, con algunas líneas más en "El Camino". PES 2017 por su parte, repite en su versión chilena con Patricio Yáñez y Fernando Solabarrieta, con líneas parecidas a las que ya conocemos. En 90 minutos no apreciamos grandes novedades, aunque quienes gusten siempre podrán elegir a sus relatores favoritos.
Conclusión
La línea entre el juego arcade y simulador queda cada vez más difusa. PES 2017 aumentó grandes escalones en jugabilidad y es mucho más pulido, acercándose bastante a la diversión entregada hace casi 10 años, con su época de gloria. Sin embargo, carece de un salto esencial en licencias, rostros y ni qué decir de la interfaz del juego, demasiado básica y poco atractiva, mientras que visualmente aún parece un "videojuego", menos cercano a la sensación de transmisión de TV que busca su competencia.
FIFA 17 por otro lado, apostó por lo arcade pero bajó un poco en su jugabilidad, mostrándose un poco más "pesado" en sus movimientos y visualmente más liviano. Los gráficos son sobresalientes y la iluminación, más opaca, nos dará la sensación de un partido real en TV. Menos rápido al jugar, se notará más la habilidad de los jugadores con más estrellas versus los genéricos, premiando quizás a los usuarios menos hábiles. El cambio en el motor gráfico acusa que las físicas del balón no son tan impredecibles como en FIFA 16, aunque parece un aspecto poco importante dada la diversión del resultado final. El ambiente general está mejor logrado, los cánticos y el público parecen vivos, y los entrenadores al costado entregan una sensación muy realista.
Finalmente, y considerando que el veredicto final siempre depende del gusto personal, da la impresión que si queremos un partido rápido con amigos y sin grandes aspiraciones, PES 2017 es la opción. Si por otro lado deseamos desarrollar nuestras habilidades y disfrutar de un partido de una forma más cercana a la realidad, pero igualmente divertido y por más tiempo, la alternativa es FIFA 17. Aún así, ambos deben ser pulidos, y sólo queda esperar qué ocurrirá con las nuevas PS4 Pro y Project Scorpio en la versión 2018.