Una conferencia internacional para la conservación de las especies marinas avanzó el sábado en la protección de los tiburones del Atlántico pero no lo suficiente en cuanto al atún de aleta azul, cuya captura es excesiva debido a su uso en la preparación del popular sushi en Japón, dijeron grupos ecologistas.
Los delegados de 48 naciones pesqueras acordaron reducir casi 4% la cuota anual de captura del atún de aleta azul en el Atlántico oriental y el Mediterráneo, de 13.500 a 12.900 toneladas métricas.
Los grupos ecologistas confiaban en una reducción drástica o la suspensión total de la cuota correspondiente a 2011 a fin de que se recupere la población de la especie. Estos grupos afirmaron que la captura ilegal continúa sin control en el Mediterráneo y que los científicos carecen de información suficiente para evaluar el problema.
Susan Lieberman, directora de política internacional del Grupo Ambientalista Pew, consideró "muy decepcionante" la decisión de la conferencia en torno al atún de aleta azul. Los ambientalistas consideran al atún de aleta azul una especie en peligro de extinción.
"Al concertar sólo una pequeña reducción, los participantes hicieron caso omiso de toda la información sobre comercio fraudulento e ilegal, así como de aquella relacionada al lavado", afirmó Lieberman a The Associated Press.
Las organizaciones ecologistas WWF, Greenpeace y Oceana también censuraron la decisión que adoptó la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT por sus siglas en inglés), la cual fija las normas para la captura de esta especie y otras que son atrapadas de manera accidental durante las actividades de pesca del atún en el Atlántico y el Mediterráneo.
"La palabra 'conservación' debería ser retirada del nombre de la ICCAT", dijo el activista oceánico de Greenpeace, Oliver Knowles.
Las naciones pesqueras adoptaron diversas medidas el sábado para la protección de las tortugas marinas y varios tipos de tiburones.
Según Oceana y Pew, los participantes prohibieron a los pescadores que atrapen y retengan tiburones oceánicos de puntas blancas en el Atlántico. También tomaron medidas protectoras para diversas variedades de tiburones cabeza de martillo y exigirán a los países miembros que mantengan un registro de las capturas de tiburones mako de aleta corta.
Oceana dijo que los pescadores atlánticos también deberán portar equipos especiales para retirar anzuelos de las tortugas marinas.
De cuerdo con expertos, el crecimiento de las clases medias en Asia y la predilección en ese continente por la costosa sopa de aleta de tiburón han convertido a esta especie en un blanco redituable cuya población se redujo 85%.
ICCAT y otros entes regionales controlan la pesca, pero las reglas comerciales son fijadas por la Convención de Comercio Internacional de Especies en Peligro (CITES en inglés).