Críticas transversales generó la presencia del obispo de Osorno, Juan Barros, en la masiva "Misa por la Paz y la Justicia" en el Parque O'Higgins, que fue el primer encuentro oficial del Papa Francisco con sus feligreses.

A pesar de las distintas manifestaciones que se organizaron en su contra, y de las polémicas suscitadas esta semana por nuevas informaciones de encubrimiento de parte de la Iglesia a los casos de abuso sexual, Barros decidió participar de la instancia junto a otros obispos.

Esto además coincide con la petición de perdón que el Pontífice hizo esta mañana en La Moneda, cuando aseguró que se ha provocado un "daño irreparable" a niños, y que siente "vergüenza" por la actitud de algunos ministros de la Iglesia.

Juan Barros es acusado de haber sido encubridor del ex párroco de El Bosque Fernando Karadima, condenado por abuso sexual contra menores.

En 2015, el obispo de Osorno fue respaldado por Francisco, quien aseguró que la ciudad sureña "sufre por tonta, porque no abre su corazón a lo que Dios dice y se deja llevar por las macanas que dice toda esa gente".

En esa oportunidad, el jefe del Estado Vaticano además llamó a los osorninos a pensar "con la cabeza" y a que "no se dejen llevar de las narices de todos los zurdos, que son los que armaron la cosa".

De acuerdo al Papa, "la única acusación que hubo en contra de ese obispo fue de-sa-cre-di-ta-da por la corte judicial".