Moody's, la agencia estadounidense de calificación crediticia, bajó la perspectiva de la nota soberana de Brasil de estable a negativa, a menos de un mes de la elección presidencial del 5 de octubre, debido al magro crecimiento de la mayor economía sudamericana y pobres expectativas de mejora. No obstante, la agencia reafirmó la nota de Brasil en Baa2, su segundo grado de inversión más bajo.

La próxima acción de Moody's con la calificación soberana de Brasil "puede ser un recorte", advirtió Mauro Leos, analista senior de Moody's Investors Service, en una entrevista con Bloomberg. "Tendremos que entender cuáles serán los planes de la próxima administración", añadió Leos, agregando que quien gane las elecciones de octubre "enfrentará un escenario más complejo".

La Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, anunció que el ministro de Finanzas, Guido Mantega, dejará el gobierno por razones personales si ella gana un segundo mandato. Mantega se convirtió en el rostro público de políticas gubernamentales que produjeron la primera recesión técnica de ese país en cinco años.

Tres motivos llevaron a Moody's a rebajar la perspectiva de su nota de la deuda brasileña: la reducción sostenida del crecimiento que "muestra pocas  señales de un retorno a su potencial en el corto plazo"; "un marcado deterioro de la confianza de los inversionistas debido a la percepción de los mercados sobre el "intervencionismo" del actual gobierno, que se traduce en menos formación de capital fijo, y "los desafíos fiscales que impone esta situación".

Moody's prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil crecerá menos de 1% este año y será inferior a 2% en 2015. En la misma línea, el mercado ha recortado progresivamente su estimación de crecimiento para el PIB brasileño este año, de 1,99% en enero a apenas un 0,48% el lunes.