El peso argentino bajaba estel martes a un piso récord por la búsqueda de dólares por parte de ahorristas dada la prolongada disputa judicial por bonos soberanos impagos y una fuerte presión inflacionaria, dijeron operadores.

Agregaron que en el marco de moderados volúmenes de negocios cambiarios, el aumento de tasas por parte del Banco Central tampoco surgía efecto de manera inmediata.

Argentina revocó la autorización legal para que el Bank of New York Mellon (Bony) opere en el país, dijo el martes el Gobierno, en momentos en que la nación sudamericana lanzó una embestida contra la entidad por haber acatado un fallo de una corte estadounidense que la hizo caer un default de deuda.

Con una economía en recesión, analistas privados prevén una inflación anual de al menos 30% al 35%.

La economía "está mal por las dudas que genera el tema de los holdouts y la inflación, frente a lo cual el Gobierno parece no tener respuestas reales", dijo un veterano cambista en condición de anonimato.

"Como sucede cada vez que se incrementa la incertidumbre en el mercado de cambios, los exportadores agrícolas prefieren retener parte de la cosecha y liquidar únicamente lo necesario para cubrir sus costos", dijo Balanz Capital Sociedad de Bolsa en un reporte.

El peso en el mercado mayorista retrocedía un 0,06% a 8,4075/8,41 por dólar  en una plaza seguida de cerca por el Banco Central.

La moneda local en la plaza marginal cedía un 0,85% a 14,05/14,10 unidades, lo que ampliaba la brecha frente al valor oficial al 67,7%.

Argentina tolera la existencia de una plaza cambiaria paralela, a la que recurren ahorristas y empresas para adquirir divisas en medio de un rígido control de cambios para frenar la fuga de capitales.

Los negocios denominados "contado con liquidación", por los que se consiguen dólares sorteando restricciones cambiarias  mediante compras locales de activos para su posterior venta, promediaban un valor depreciado de 12,45 pesos por dólar.

El índice bursátil Merval de Buenos Aires subía un 0,11% a 9.392,74 puntos alentado por firmas energéticas, para acumular un incremento del 12,2% en siete sesiones hasta sus máximos históricos.

Los bonos soberanos en la plaza extrabursátil local  promediaban un alza del 0,9%, frente a un riesgo país argentino -medido por la banca JP Morgan- con caída de 22 unidades a 798 puntos básicos.