El peso argentino en el mercado informal perforó el jueves las 7 unidades por dólar por la persistente demanda privada de divisas que busca sortear los fuertes controles cambiarios ante el inicio del período de vacaciones.
La búsqueda de dólares llevaba a los ahorristas privados a pagar entre 7,05 y 7,07 pesos argentinos por dólar, lo que amplió a 43,5% la brecha frente al tipo de cambio oficial, dijeron operadores.
El debilitamiento diario del peso fue de 2,26% equivalente a 16 centavos.
El mercado cambiario opera con fuertes limitaciones desde octubre del 2011 cuando el gobierno aplicó trabas a la compra de divisas extranjeras para frenar una fuga de capitales y la caída en las reservas internacionales.
Los agentes agregaron que en el mercado minorista -en el que no interviene el Banco Central- el volumen era moderado y que la tensión en las casas de cambio subía por la presión de algunos clientes.
"Y lo que temíamos se cumplió: pasamos la barrera de los 7 pesos (...) el dólar sigue subiendo sin problemas porque casi no se consigue por el mercado oficial y hay muchos (turistas) que lo buscan porque tienen el viaje (al exterior) comprometido", explicó un agente de cambios.
Acotó que "en realidad se habla de precios por arriba de los 7,00 (pesos por dólar), pero cuesta conseguir la punta vendedora. Para aplacar la ansiedad, no sería raro que salgo algún 'amigo' del gobierno a bajar un poco los decibeles".
El peso en el mercado interbancario cedió apenas un 0,05% a 4,925/4,9275 por dólar.
La política del Banco Central, que avaló una caída del peso del 12,5% el año pasado, le permitió sumar reservas por unos US$9.800 millones absorbidos del mercado en el 2012.