Son el grupo más desconocido de las elecciones presidenciales y el que tiene el comportamiento más incierto. Y cuando este domingo se abran las urnas para que los chilenos voten entre Alejandro Guillier y Sebastián Piñera, son, también, un nicho que puede decidir los comicios.
El mayor efecto de la reforma electoral que consagró la inscripción automática y el voto voluntario fue incorporar a los registros electorales desde 2012 a casi siete millones de personas que antes no se habían registrado para votar. En su mayoría son jóvenes, con un perfil más distante de la política y que participan en una considerable menor proporción que quienes estaban inscritos previamente.
Pero lentamente ese nicho parece estar irrumpiendo en las elecciones con mayores tasas de participación, un peso electoral atractivo y un comportamiento político muy distinto al de los "votantes antiguos".
Al menos así lo describe un estudio de la plataforma DecideChile para La Tercera, que va al corazón del proceso electoral: las mesas de sufragio. Y que encontró que, pese a que la participación general se mantuvo casi idéntica entre las primeras vueltas de 2013 y 2017, los "votantes nuevos" tuvieron un alza significativa, reemplazando a "votantes antiguos" que simplemente dejaron de participar.
La metodología con que se realizó el estudio fue separar aquellas mesas creadas por el Servel tras la reforma de las que estaban constituidas de antemano. Las "mesas nuevas" acogieron en masa a los no inscritos y, por lo tanto, son un buen parámetro para estudiar su comportamiento en los comicios.
En dichas mesas, en los últimos cuatro años la participación aumentó cerca de cinco puntos porcentuales. Entre los hombres, la participación aumentó de 22% a 27%, y entre las mujeres pasó del 29% al 34%. Un fenómeno opuesto al que ocurrió en ambos nichos si se miran los "votantes antiguos": allí, los hombres pasan de 64% a 60%, y las mujeres, de 70% a 64%. Es decir, reducciones de cuatro y seis puntos porcentuales.
"Lo que es más difícil de explicar es la caída en la participación de los inscritos antiguos. La caída es proporcionalmente mayor en las mujeres que en los hombres. Quizás los candidatos le hablaron poco a este grupo o las mujeres de este grupo se sintieron menos identificadas con los candidatos que los hombres. En cualquiera de las dos hipótesis recién planteadas, las mujeres y los inscritos nuevos serán grupos claves en decidir quién será presidente", señala el estudio.
Tendencia al FA
Pero quizás el dato más llamativo es el desglose de preferencias entre los "votantes nuevos", ya que las diferencias con el resultado general de la elección son altas.
De acuerdo al estudio de DecideChile, si sólo se consideran las mesas creadas después de la reforma al sistema electoral, Beatriz Sánchez habría sido la ganadora de la jornada: en ese grupo logra el 32,8% de las preferencias, seguida de Sebastián Piñera, con un 29,4%, y con Alejandro Guillier obteniendo el 16,2%. Además, entre los "votantes nuevos" ocurre otro hecho llamativo: el desempeño de José Antonio Kast es más alto que en las otras mesas.
Siempre según esas estimaciones, Sánchez habría sacado tres puntos más entre los hombres que entre las mujeres, y Guillier cinco puntos menos, mientras que Piñera se habría mantenido parejo.
Sin embargo, en el grupo de "votantes antiguos" el escenario es completamente distinto. Entre los hombres, Piñera logra el 43%, Guillier el 29% y Sánchez sólo el 7%. Y al revisar el comportamiento de las mujeres, el ex mandatario sube un punto (44%), Guillier obtiene 26% y la ex candidata del Frente Amplio logra el 10% de las preferencias.
El estudio sostiene que hay otro elemento que permite definir a este grupo: su mayor tendencia a votar por el FA en las elecciones parlamentarias, en línea con el apoyo a Sánchez.
Así, el 26,1% de las preferencias en la elección de diputados fue para ese bloque. Una cifra alta si se considera que el promedio general para el bloque fue de 10 puntos menos, el 16,5%.
Los candidatos de Chile Vamos, por su parte, llegaron al 36% de las preferencias, mientras que los del bloque de la Fuerza de la Mayoría -es decir, el PS, PPD, PC y el Partido Radical- lograron 19%.
"El voto cruzado de los inscritos en este tipo de mesa supera con creces lo que se observa en las antiguas mesas de hombres y mujeres. Una explicación es que los inscritos nuevos que votaron por Chile Vamos y no lo hicieron por Piñera, lo hicieran por Kast. Esto es consistente con el hecho de que en las mesas nuevas Kast obtuvo su mejor votación", afirma el reporte.
Los votos jóvenes
Las cifras, en general, son bastante consistentes con los datos existentes de las votaciones bajo el sistema de inscripción automática y voto voluntario, en especial para los votantes más jóvenes.
De hecho, pocos días después de la primera vuelta electoral de 2017, el Servel liberó información sobre sexo y grupo etario de los participantes en los comicios de 2013, casi exactamente cuatro años antes.
Por ejemplo, la información muestra que el 29,4% de los votantes entre 18 y 19 años votaron en esos comicios;el 32,2% del padrón entre 20 y 24 años hizo lo mismo, así comoel 34,5% del grupo entre 25 y 29 años y el 36,3% del nicho entre los 30 y 34 años.
Es una participación significativa:de hecho, los menores de 35 años representaron el 23,6% de quienes votaron en toda la elección, con más de un millón 570 mil votos.
Aunque las estadísticas oficiales para la elección de la primera vuelta aún no han sido entregadas por el Servel, la proyección hecha por DecideChile sobre las mesas nuevas hace que el escenario más probable sea que esa cantidad haya aumentado, tanto en número de votantes como en el porcentaje respecto de la elección general.
En porcentaje, de acuerdo al mismo informe de participación, los grupos que más acudieron fueron los que van entre los 50 y los 79 años, con porcentajes sobre el 60%. En términos de cantidad, en tanto, el peso se concentra en el bloque entre 50 y 69 años:en la primera vuelta de 2013 participaron más de dos millones 840 mil votantes, el 42,6% del total que sufragó.
La radiografía al grupo de "votantes nuevos" muestra, en todo caso, una conclusión clara, ratificada por las cifras oficiales: es un grupo que está creciendo a lo largo de las elecciones y cuya participación va en aumento. Ese nicho se verá enfrentado este domingo a la primera segunda vuelta realmente competitiva de su vida electoral -recién estuvieron habilitados para votar en 2012-. Y las decisiones que tomen sobre si participar o no, y por quién votar, pueden inclinar la balanza sobre cuál de los dos candidatos, Guillier o Piñera, llega a La Moneda al final de la jornada.