El peso mexicano se derrumbó a un nuevo mínimo nivel histórico ante el triunfo del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
La moneda mexicana, una de las divisas emergentes que ha sido más castigadas por la volatilidad internacional, llegó a perder más de un 13% -su peor desempeño desde la crisis de 1994- conforme se conocían los resultados de los comicios, para tocar un récord de 20,77 por dólar.
El desplome obligó a las autoridades económicas a dar un mensaje de tranquilidad, sin embargo, después de las declaraciones del secretario de Hacienda José Antonio Meade y el jefe del Banco de México (central) Agustín Carstens, la moneda se mantenía sobre los 20,225 por dólar.
Trump amenazó durante la campaña con construir un enorme muro en la extensa frontera entre México y Estados Unidos, deshacer el estratégico Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) conformado por los dos países más Canadá y deportar a millones de ciudadanos ilegales.
Varios expertos consideraron que el banco central podría subir agresivamente y de inmediato la tasa de interés, la cual ya ha sido elevada tres veces este año hasta alcanzar 4,75%.
"Creemos que el Banco de México va a intervenir subiendo la tasa de referencia sobre todo para detener una inminente fuga de capitales que pueda darse porque la incertidumbre hace mucho daño", dijo Gabriela Siller, economista del banco Base en la norteña ciudad de Monterrey.
La firma local de analistas Signum Research estimó el aumento de la tasa en 100 puntos base "para combatir el carácter especulativo de la depreciación", mientras que el banco Banorte-Ixe dijo en una nota para sus clientes que el alza podría ser de 75 puntos base.
También mencionó la posibilidad de un nuevo recorte al gasto público, medidas para proteger exportaciones ante la eventualidad de que se renegocie el TLCAN y la activación de una línea de crédito flexible que México tiene con el FMI para limitar la emisión de nueva deuda gubernamental en moneda extranjera.
La semana pasada el gobernador del banco central, Agustín Carstens, dijo que el Gobierno preparaba un plan de contingencia en caso de un "escenario adverso" tras los comicios presidenciales en Estados Unidos, pero sin dar detalles.
Un profunda caída del peso podría golpear la inflación en México y subir el costo financiero de la deuda pública en dólares, pero ayudaría a compensar a los exportadores.
Según un sondeo de Reuters entre analistas y operadores previo a los comicios, un victoria de Trump debilitaría a la moneda a un nuevo récord por encima de las 21 unidades.
"En el mediano plazo no estamos anticipando un panorama económico catastrófico para México, sobre todo porque la instrumentación de las propuestas de Trump, particularmente en contra de México, podrían tener un impacto muy negativo en la propia economía de Estados Unidos", comentó Banorte-Ixe.