El presidente de la petrolera brasileña Petrobras, José Sergio Gabrielli, admitió que la compañía agotó su capacidad de refino de combustibles y que necesariamente tiene que invertir en la construcción de nuevas refinerías para atender la creciente demanda del país.

"No invertir en refinerías en este momento es un suicidio a largo plazo. Hay que invertir y tiene que ser ahora", afirmó Gabrielli en un seminario en la Federación de las Industrias del Estado de Río de Janeiro.

El presidente de Petrobras respondió de esa forma a los críticos que cuestionan las millonarias inversiones que la empresa realiza actualmente para aumentar su capacidad de refino y para producir en el país combustibles destinados a la exportación.

"Tenemos un problema: estamos en el límite del refino y con un crecimiento exponencial en la producción de petróleo. Somos la empresa que más crece en el mundo en producción en nuevas reservas", afirmó.

Petrobras cuenta con once refinerías en funcionamiento en Brasil pero su capacidad de producción de combustibles (1,9 millones de barriles diarios) es inferior al volumen de crudo que extrae (dos millones de barriles diarios).  Según Gabrielli, la previsiones de la empresa indican que Petrobras producirá en 2020 cerca de 3,9 millones de barriles de crudo diarios, pero su capacidad de refino para entonces, incluyendo las nuevas plantas, se limitará a 3,2 millones de barriles.

Para atender la demanda creciente, Petrobras está construyendo tres refinerías en los estados de Río de Janeiro, Maranhao y Pernambuco, esta última en asociación con la petrolera PDVSA, y tiene proyectadas otras dos en los estados de Ceará y Río Grande do Norte. La refinería de Pernambuco en asociación con Venezuela tendrá una capacidad de refino de 230.000 barriles diarios y la de Maranhao tendrá más del doble de esa capacidad y será destinada a la producción de gasolinas especiales para la exportación.

Gabrielli señaló que el consumo de combustibles en Brasil viene creciendo a un ritmo superior al del Producto Interior Bruto (PIB), lo que agotó la capacidad de la compañía de producir combustibles como gasolina y gas licuado (gas de cocina).

El ejecutivo brasileño citó como ejemplo el caso de la gasolina, cuyo consumo aumentó el 19% el año pasado frente a un crecimiento económico calculado en 7,5%. Alegó que si la empresa no le da prioridad a sus inversiones en refino, en los próximos años tendrá que exportar petróleo a países como China e India y comprarles derivados.