Los precios del petróleo estadounidense cerraron el martes en baja debido a que los operadores estaban preocupados porque la lentitud y las dificultades de la recuperación económica podrían postergar el rebote de la golpeada demanda mundial de energía.

El crudo estadounidense cerró con una caída de 17 centavos de dólar, a US$59,52 el barril, ampliando el retroceso que la semana pasada le restó un 11% del precio.

Las pérdidas se produjeron luego de que datos de Estados Unidos mostraron un decepcionante gasto del consumidor en junio en Estados Unidos, junto con un incremento mayor al esperado en los precios al productor, un reflejo de la inflación.

Ensombreciendo más las perspectivas económicas, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico dijo que se espera que los países desarrollados pierdan entre fin del 2007 y 2010 cerca de 30 millones de empleos.

"Cuando desaparece el 'efecto riqueza' y la tasa de ahorro pasa de negativa a positiva a mí me sugiere que los consumidores aún están paralizados y que no están por regresar pronto a su antiguo derroche", afirmó Mike Fitzpatrick, vicepresidente de MF Global de Nueva York.

En un signo de la debilidad de la demanda en Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de energía, un informe el martes de Mastercard SpendingPulse precisó que el consumo de gasolina durante el fin de semana largo del 4 de julio fue un 4,3% inferior al de un año atrás.

En tanto, la Organización de Países Exportadores de Petróleo dijo que la demanda mundial de su petróleo caería en 2010 en 380.000 barriles por día respecto a la de este año, a 28,11 millones de bpd.

En el corto plazo, el mercado estará atento a los reportes sobre los inventarios estadounidenses de crudo y productos, que serán divulgados el martes y miércoles por el Instituto Americano del Petróleo y la Administración de Información de Energía, respectivamente.

Las existencias de crudo habrían caído por sexta semana consecutiva, pero las de los destilados que ya se encuentran en un máximo de casi 25 años posiblemente crecieron nuevamente la semana pasada, mostró un sondeo realizado por Reuters.

Los inventarios de gasolina también habrían crecido. Algunos analistas identificaron a la creciente ofensiva del principal grupo de militantes de Nigeria contra el sector petrolífero del país como un factor alcista que podría limitar los suministros.

El Movimiento de Emancipación del Delta del Níger (MEDN) saboteó una dársena de petróleo en el estado de Lagos, matando a cinco personas en el primer ataque el grupo fuera del delta del Níger desde que comenzó su última campaña.