Philip Nel es un destacado profesor de la Universidad de Kansas, que se ha dedicado a investigar el racismo en la literatura infantil y juvenil. De paso por Chile, participó en el "III Seminario Internacional ¿Qué leer? ¿Cómo leer? Lectura e Inclusión", organizado en el marco del Plan Nacional de Lectura del Ministerio de Educación, que tuvo lugar ayer y que continúa hoy en el Centro de Extensión de la Pontificia Universidad Católica. Su conferencia estuvo basada en su último libro: Was the Cat in the Hat Black?: The Hidden Racism of Children's Literature, and the Need for Diverse Books. En conversación con La Tercera, analiza los disturbios raciales en Estados Unidos.
¿Por qué las protestas en Charlottesville se salieron de control y se transformaron en una tormenta para Donald Trump?
Trump es un defensor de la supremacía de la raza blanca, entonces quienes respaldan esto pensaron ahora que estaba bien marchar sin taparse la cara. Se ha transformado en un problema para Trump porque él sabe que lo respaldan, por eso ha responsabilizado a los dos lados, cuando hay sólo un lado, el de las personas que se oponen al racismo, que respaldan los derechos humanos, pero Trump no puede decir eso. Él ha consentido a los defensores de la supremacía blanca durante toda su carrera y sabe que lo respaldan.
¿Cree que se van a producir más disturbios en futuras protestas?
Si uno quiere ver un lado positivo, es que se han congregado personas contra el racismo y esto ha hecho que salgan a las calles. También le ha mostrado a las personas blancas que pensaban que el racismo no era un problema, que sí lo es y que hay que oponerse. Los defensores de la supremacía blanca en 2017 en todo el mundo son muy peligrosos. Mi esperanza es que nos podamos juntar, no sólo como país, sino que como comunidad global, para que saquemos la voz y nos opongamos al racismo, a los ultra nacionalistas.
¿Cuán fuerte es la figura del general Robert E. Lee en el sur de Estados Unidos?
El sur perdió la Guerra Civil (1861-1865), pero ganaron la batalla de las ideas. Así que, después de la guerra hubo un fallido intento de reconstruir el sur y se produjo una nueva era de los defensores de la supremacía blanca y ese es el período en que se empezaron a erigir los monumentos de la confederación, pero eso se produjo una década más tarde. El período del monumento a Robert E. Lee y Moses Jacob Ezekiel fue en los 50 y 60 y la razón para eso fue que era la época de los derechos civiles; era un período que todos eran iguales, que los derechos civiles debían ser igual para todos los ciudadanos. Todos tienen el derecho a las mismas oportunidades, educación, vivienda y cómo son tratados por la policía. Y un contragolpe a eso son los monumentos, el izamiento de banderas de la confederación, es una respuesta directa a los derechos civiles, es como revirtamos lo hecho por los antirracistas. Es como que después de la Segunda Guerra, Alemania tuviera monumentos del Tercer Reicht, pero eso está prohibido expresamente.
¿Cómo es posible que los defensores de la supremacía blanca persistan en EE.UU. considerando que acaban de tener un Presidente afroamericano?
Eso es precisamente la razón. Trump es el contragolpe a (Barack) Obama. Las personas que son racistas ahora tienen a alguien de los suyos. Hay que entender un poco de la historia estadounidense, después de los movimientos civiles tuvimos la administración de Richard Nixon, después de la Guerra Civil tuvimos al Ku Klux Klan. Entonces en la historia tenemos un patrón de avance de los derechos civiles y un período de contragolpe. Y eso es Trump. Él ha sido un racista durante toda su carrera.
Respecto del racismo en libros infantiles ¿qué ejemplos existen que se demuestre esto?
Hay muchos ejemplos, uno de ellos es la invisibilidad, es decir, cuando ciertas personas no están representadas, como las personas de color. En la versión original de Charlie y la Fábrica de Chocolates, los Oompa Loompas no eran blancos, sino que pigmeos negros de África. Pero no se ha cambiado la naturaleza del libro, ya que siguen siendo personas que son esclavos en una fábrica y parece que lo disfrutan. Entonces el libro naturaliza la esclavitud.