La economía estadounidense registró en el tercer trimestre de 2017 un crecimiento más rápido al calculado previamente gracias al sólido gasto por parte de las empresas. El Departamento de Comercio informó ayer que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió a una tasa anualizada de 3,3% entre julio y septiembre, el ritmo más acelerado en tres años y que se compara con la estimación inicial de 3%.

Esta es la primera vez desde 2014 que la mayor economía del mundo anota un avance de al menos 3% durante dos trimestres consecutivos. La revisión al alza estuvo impulsada por la inversión empresarial, especialmente en equipos, que se disparó 10,4%, también el ritmo más elevado en tres años. Anteriormente, se había calculado un incremento de 8,6%. De esta manera, la inversión privada doméstica bruta contribuyó 1,2 punto porcentual al PIB, frente al aporte original de 0,98 punto.

La acumulación de inventarios también fue corregida al alza desde US$ 35.800 millones a US$ 39 mil millones. Esta categoría contrinuyó 0,8 punto al crecimeinto en vez de 0,73 punto.

En tanto, el gasto del gobierno subió 0,4%, lo que contrasta con la caída de 0,1% estimada hace un mes.

Por su parte, el consumo personal aumentó 2,3%, una décima menos que lo informado inicialmente. Este segmento, que representa casi un 70% de toda la economía, aportó 1,6 punto al PIB.

En su último testimonio ante el Congreso, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, destacó ayer que "la expansión económica es cada vez más amplia entre los sectores" y aseguró que "espero que, con ajustes graduales en la postura de la política monetaria, la economía continuará expandiéndose".

Si bien el dato del tercer trimestre estuvo por encima de las expectativas del mercado, los expertos de Bloomberg Intelligence advirtieron que la cifra no es tan sólida como parece. "La inversión empresarial parece estar finalmente repuntando, lo que de seguro es una señal positiva, pero el ritmo del gasto del consumidor está mostrando poca evidencia de una mejora", alertaron.

Los analistas acotaron que casi un tercio de la revisión correspondió a los inventarios y al comercio internacional, situación que podría revertirse en el trimestre actual.