Los médicos egresados el 2012 de la Universidad de Chile son los primeros que encabezan la lista de quienes están exigiendo la anulación del Examen Nacional de Medicina tras la filtración de 12 preguntas del test que fue rendido el pasado 12 de diciembre por más de dos mil profesionales y que busca asegurar un estándar mínimo de conocimientos para trabajar en el sistema público.

"Los resultados del examen no pueden ser considerados válidos por la opinión pública, las instituciones del estado, ni las instituciones públicas y privadas de educación superior", afirman los egresados, señalando que "sólo hecho de haber filtrado 12 preguntas es razón suficiente para invalidar todo el proceso".

Asimismo, rechazaron la determinación de la Asociación Chilena de Facultades de Medicina de Chile (ASOFAMECH) de sólo anular las interrogantes. "Se ha resuelto eliminar del examen 2012 todas las preguntas que hayan sido incluidas en el documento mencionado. Es importante aclarar que el modelo del examen permite la eliminación de preguntas, sin que se vea afectada su validez estadística", confirma la Asociación.

Sin embargo, según los egresados, la ASOFAMECH "ha demostrado no asegurar condiciones de imparcialidad y transparencia en el proceso", por lo que exigieron que "los involucrados en este hecho y quienes ostentan la responsabilidad política del proceso deberían dar un paso al lado para facilitar la investigación".

Esto, luego de que la ASOFAMECH emitiera un comunicado público donde advierten que "no existió filtración de documentos, acceso al banco de preguntas, ni filtración durante el proceso de impresión o distribución del examen. La falta ocurrió en sesiones específicas del Comité de Contenidos, a partir de infidencias de los especialistas asesores invitados, no del Comité propiamente tal".

Además, aclaran que "no existe constancia de otros documentos que hayan circulado, sin embargo, la investigación sigue abierta a analizar cualquier otra evidencia que se reciba responsablemente", al paso que acordó "sancionar en forma drástica a quienes hayan participado en esta falta, por las consecuencias que tiene sobre la credibilidad de un instrumento de bien público".

Pese a ello, los egresados incluso señalaron que "debe llevarse a cabo una profunda reforma de la normativa vigente a fin de eliminar el componente cuantitativo de cualquier prueba habilitante para el ejercicio de la profesión, estableciéndose solo en términos de aprobados o desaprobados, con un margen suficientemente exigente".