Hasta ahora había una tregua política en Japón para no buscar responsables tras el terremoto del 11 de marzo y por la emergencia en la central nuclear de Fukushima.
Sin embargo, hoy concluyó dicha tregua cuando el jefe del principal partido de la oposición (Partido Liberal Democrático), Sadakazu Tanigaki, pidió que el impopular primer ministro Naoto Kan dimitiera por su manejo de la catástrofe y la posterior crisis nuclear.
Kan, cuyo respaldo público se sitúa en torno al 30%, había buscado una gran coalición para ayudar al país a recuperarse de su peor desastre natural de la historia y aprobar leyes para pagar el mayor plan de reconstrucción nacional desde la Segunda Guerra Mundial.
El Partido Democrático de Kan controla la Cámara baja del Parlamento pero necesita la ayuda de la oposición para aprobar las leyes, porque no tiene mayoría en la Cámara alta, que puede bloquear la nueva legislación.
"Ha llegado la hora para que (el primer ministro) decida si se va o se queda", dijo la agencia de noticias Kyodo citando a Sadakazu Tanigaki en una rueda de prensa.
También las críticas a Kan, dentro de su propio Partido Democrático podrían cobrar fuerza después de que el influyente miembro del partido Ichiro Ozawa censurara al primer ministro por su gestión de la crisis. El presidente de la Cámara alta, Takeo Nishioka, un conocido crítico de Kan, también pidió la renuncia del primer ministro, dijo Kyodo.
Sin embargo, no es probable que Kan, que asumió el poder como el quinto líder de Japón desde el 2006 en junio pasado, renuncie tan fácilmente, y la oposición puede arriesgarse a una lluvia de críticas si trata de meter en una batalla política los presupuestos del desastre, dijeron analistas.
"Kan probablemente ignorará esto (la petición de dimisión)", dijo Koichi Nakano, un profesor en la Universidad de Sophia. "¿Si (los críticos de Kan) pensaran en los intereses nacionales, harían esto ahora?".
FUKUSHIMA
La agencia de seguridad nuclear dijo que puede ser necesario un nuevo plan para enfriar uno de los seis reactores de la planta, a causa del gran volumen de agua altamente radiactiva del lugar, y se iban a llevar a cabo pruebas para determinar si las barras de combustible están emitiendo radiactividad.
"Puede ser difícil eliminar por completo el agua contaminada y permitir así que los trabajos continúen (para restaurar la energía eléctrica a las bombas de refrigeración). Puede que tengamos pensar en otras opciones", dijo Hidehiko Nishiyama, vicedirector general de la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón (ASNJ). Nishiyama dijo que había 20.000 toneladas de agua contaminada en el sótano y en un túnel bajo el reactor 2.
"Vamos a trasladar el agua junto al edificio de residuo radiactivo central. No tenemos un plan más allá de ese", explicó.
Los ingenieros también están preocupados porque algunas barras de combustible usado quedaran dañadas por el terremoto y tsunami del 11 de marzo y puedan estar emitiendo altos niveles de radiación.
La crisis nuclear de Japón ha sido equiparada con el desastre de Chernobyl en 1986, aunque la cantidad total de radiación liberada es sólo una fracción de la emitida en la explosión de la planta nuclear de Ucrania.
Una serie de fuertes réplicas sacudieron esta semana el este de Japón, entorpeciendo los esfuerzos de recuperación en la planta debido a la evacuación temporal de los trabajadores y los cortes de energía.
El costo total de los daños se ha estimado en US$ 300.000 millones, lo que convierte a éste en el desastre natural más costoso del mundo.