El científico británico David Kelly,  fallecido en julio de 2003 en medio de una polémica en Gran  Bretaña por las supuestas armas de destrucción masiva en poder  de Saddam Hussein, fue asesinado y por ende debería abrirse una  investigación para esclarecerse el caso, según concluyó un grupo  de seis médicos.

Los expertos planean publicar un reporte con evidencia  concreta que prueba que Kelly no se suicidó como concluyó el Reporte Hutton, sino que fue asesinado.

El grupo le escribió a la fiscal general, la baronesa  Patricia Scotland, como también el juez de instrucción Bicholas  Gardiner, para que reabran la pesquisa por las circunstancias de  muerte del científico.

El cuerpo de Kelly, de 59 años, fue hallado hace seis años  cerca de su vivienda de Oxfordshire, en el norte de Londres,  tras haber sido expuesto como la fuente principal de un artículo  de la BBC que revelaba las justificaciones por la participación  de Gran Bretaña en la guerra de Irak.

En lugar de llevarse a cabo una investigación a cargo de un  juez de instrucción, el por entonces primer ministro británico,  Tony Blair, instó a Brian Hutton a realizar una pesquisa, que  concluyó que Kelly se suicidó.

El informe de Hutton indicó que el científico murió tras  perder mucha cantidad de sangre, luego de haberse cortado las  venas de la muñeca con un cuchillo de jardín.

Sin embargo, el equipo de especialistas médicos instó ahora a  las autoridades a reabrir la causa, ya que consideró que los  cortes que supuestamente se hizo Kelly "muy improbablemente" lo  desangraron.

La conclusión previa por la muerte del doctor Kelly "fue una  farsa", afirmó David Halpin, médico especializado en ortopedia y  cirugía.

Según el experto, Hutton tenía como objetivo aclarar las  circunstancias que rodearon la muerte de Kelly, pero no la  causa misma del deceso y por eso bajó los estándares de una  pesquisa que según el grupo de médicos debió realizarse por un  juez de instrucción.

"El proceso correspondiente ha sido subvertido. El grupo del  que formó parte no permitirá que esto pase por alto. Hay  evidencia de encubrimiento", subrayó.

Halpin calificó a Kelly como un hombre "con coraje y  habilidades", que se merecía "una investigación adecuada".

"El era un experto muy prominente en armas químicas y  biológicas. Esto es relevante debido a su conocimiento de la  biología de muerte. Pasó diez años en Porton Down (un  laboratorio del gobierno) y sabía todo acerca de matar cosas",  declaró el especialista.

"Así que decir que utilizó un cuchillo de jardín y unas  pastillas proxamol de su esposa para tratar de matarse es  extraordinario. Creo que es altamente probable que haya sido  asesinado", agregó.

El reporte del equipo médico será enviado a John Chilcot,  quien está a cargo de una nueva investigación por la guerra de  Irak, pedida por el primer ministro Gordon Brown.

Por su parte, el parlamentario liberal democrático Norman  Baker, que en 2007 publicó un libro sobre la muerte de Kelly,  apoyó la campaña del equipo de médicos.

"Hay aspectos de la causa de 2003 que deben esclarecerse.  Tiene que lanzarse una investigación adecuada sobre la guerra de  Irak, tiene que haber una pesquisa adecuada sobre la muerte del  doctor Kelly, y debe reconocerse su trabajo grandioso. Todo lo  que pedimos es un proceso legal apropiado que hasta ahora no  hemos tenido", concluyó el legislador.