Era un veinteañero estudiante de historia en la Universidad de La Plata cuando Ricardo Piglia se deslumbró con la literatura chilena.
Primero leyó a Nicanor Parra. Vendrían otros autores y su relación con Chile sería más fluida de lo que esperaba. Mientras, el narrador argentino se transformaba con los años en un escritor fundamental del continente.
En 2005 fue galardonado en el país con el Premio de Letras José Donoso. Y ayer, su nombre fue elegido por unanimidad como el ganador del Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas 2013.
En la biblioteca Severín, de Valparaíso, el jurado que premió la trayectoria de Piglia, de 72 años, dio la noticia junto al ministro de Cultura, Roberto Ampuero. "Es un autor imprescindible que ha abierto los horizontes de la narrativa en la lengua española", señaló el jurado compuesto por el escritor peruano Alonso Cueto, el colombiano Juan Gabriel Vásquez, la autora argentina Leila Guerriero y los chilenos Alejandro Zambra y Alvaro Bisama.
"Es una alegría y una sorpresa. Agradezco muchísimo los premios, pero también queda cierta incomodidad. La literatura no se puede ordenar, no hay un escritor primero que el otro y los premios crean esa ilusión", dijo Piglia más tarde al teléfono, quien recibirá 60 mil dólares en el Palacio de La Moneda, en noviembre próximo.
El año pasado, el Premio Manuel Rojas fue inaugurado por el autor brasileño Rubem Fonseca, quien no viajó a recibir el reconocimiento. Ayer, Piglia dio otras señales: "No tenía pensado ir a Chile, pero tenía ganas. Siempre que voy trato de visitar a Parra, mi maestro".
Sobre la obra de Rojas, el autor de libros como Respiración artificial y Prisión perpetua, dijo: "Con mi generación admiramos mucho a Manuel Rojas. Lo sentimos muy cercano a Roberto Arlt. Hijo de ladrón es una obra extraordinaria, lo he leído, releído y lo he enseñado muchas veces".
Macedonio y Borges
Instalado en Buenos Aires, luego de vivir 15 años en Estados Unidos, dedicado a la docencia en la Universidad de Princeton, Ricardo Piglia acaba de publicar su última novela por editorial Anagrama.
En el camino de Ida ficciona sus días de extranjero de la mano de Emilio Renzi, su alter ego, quien narra en primera persona su llegada a EE.UU. hasta involucrarse en un caso policial, que atemoriza al mundo académico. Renzi también está en su novela anterior, Blanco nocturno, con la que obtuvo el Premio Rómulo Gallegos 2011.
Su libro Plata quemada obtuvo, en 1997, el Premio Planeta con polémica incluida, ya que el finalista se querelló contra la editorial, por considerar que había un acuerdo de antemano entre el autor ganador y el sello. La historia del libro fue llevada al cine por Marcelo Piñeyro.
Piglia es también un destacado ensayista, traductor y editor. Ha trazado un mapa de la literatura latinoamericana en obras como Crítica y ficción (2001) y El último lector (2005). Y por estos días trabaja en la segunda temporada de un programa de cuatro capítulos, dedicado a la obra de Borges, que será emitido por la Televisión Pública transandina. "Estoy tratando de intervenir un poco en la cultura argentina", dice.
Además, desde que llegó de sus labores en Princeton, dirige la colección Recienvenido, del Fondo de Cultura Económica, donde rescata a autores argentinos reeditando sus libros.
En una conversación pública, el escritor Roberto Bolaño le señaló a Piglia: "Me interesa muchísimo la visión que tienes de la literatura contemporánea argentina, con esos cuatro puntos de referencia que son Macedonio Fernández, Borges, Arlt y Gombrowicz".
Ayer, los miembros del jurado fueron categóricos con la obra de Piglia. "Ocupa un lugar central en los últimos 10 años en la literatura latinoamericana", dijo Alvaro Bisama. "Su obra funciona como un motor de inspiración para otros autores", agregó Guerriero.