Tras el accidente del CASA 212 en el archipiélago Juan Fernández, el cual dejó 21 víctimas fatales, quedan muchísimas dudas respecto a las posibles causas de esta tragedia aérea. Desde que el avión no contaba con combustible suficiente, o que la nave tenía exceso de peso, o que intensos vientos jugaron en contra del aterrizaje, son algunas de la serie de hipótesis que se barajan sobre este accidente.

Frente a ello, el experimentado piloto Pedro Forteza, funcionario de la aerolínea ATA, la cual realiza vuelos a la isla Robinson Crusoe, explicó a La Tercera que "en todos los accidentes hay siempre una acumulación de hechos, pequeños a veces, que se van produciendo y que producen el accidente final", por lo que no se puede hablar ahora de una sola causa de esta tragedia aérea.

CAIDA SIN CONTROL
El avezado piloto que ha realizado cientos de vuelos a Juan Fernández, considera que este accidente es algo único en Chile, ya que no recuerda una tragedia similar.

"En Chile no me recuerdo un accidente muy similar a ese. Porque de hecho, mi impresión es que el avión al final cayó totalmente sin control. Y eso me hace pensar que el avión tuvo una pérdida de velocidad y cayó en un 'stall' o algo así porque una caída sin control es bien extraña", considera.

Según el piloto, si un avión cae sin control, da lo mismo si lo hace en el mar o en tierra, su fatalidad será la misma.

Sobre la hipótesis de que el avión habría tenido una sobrecarga de peso, el profesional descartó referirse a ello, "porque no conozco el peso real que llevaba" el CASA 212. "Pueden haber un montón de ideas al respecto, pero yo no conozco los pesos que iban realmente en el avión, tampoco tengo idea del peso de combustible que tenía el avión", consigna.

"En todos los accidentes hay siempre una acumulación de hechos, pequeños a veces, que se van produciendo y que producen el accidente final", asegura.

ATERRIZAJE
En cuanto al aterrizaje en Juan Fernández, explica que éste suele ser normal, aunque "hay que tomar ciertas precauciones que las hemos ido aprendiendo a medida de la experiencia, por las condiciones físicas donde está el aeropuerto", asegura. Y es que "la pista que está en un lugar que es prácticamente un portaaviones, donde hay vientos fuertes normalmente, cruzados de vez en cuando y con una meteorología muy extraña y muy cambiante".

De esa manera, "tomamos todas esas precauciones antes de salir de Santiago o de donde salgamos hacia la isla y vamos continuamente durante el vuelo pidiendo información de las condiciones en la que está la pista", sostiene. Según Forteza, antes de llegar, es necesario "saber que vamos a llegar en condiciones visuales, que vamos a tener la pista a la vista a una cierta altura mínima. Que vamos a tener un viento que nos permita aterrizar sin problemas. Que la visibilidad es buena, que no hay llovizna, que no hay lluvia. Un montón de esas cosas que uno va mirando durante todo el vuelo".

"Nos ha pasado ya varias veces que estamos a 15 minutos de la isla de un día despejado, maravilloso y al llegar a la isla está absolutamente nublada, cubierta y no podemos aterrizar. La experiencia nos ha enseñado que tenemos que ir a cada rato ir viendo cómo se van presentando las condiciones de la isla", sostiene.