Brasil debe volver a las políticas del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva para impulsar el crecimiento, controlar los crecientes precios al consumidor y atraer inversión extranjera, según Pacific Investment Management Co.
Las autoridades del país han tratado de alentar el crecimiento mediante el incremento del gasto público y el aumento de los préstamos subsidiados por el estado, escribió Michael Gomez, uno de los jefes de administración de cartera de mercados emergentes de Pimco, en una declaración subida ayer al sitio web de la firma administradora de dinero. Esos intentos han afectado la confianza del inversor en el gobierno, lo que contribuye al aumento de las tasas de interés, escribió.
En lugar de eso, el gobierno debe fijar objetivos estrictos en cuanto a superávit primario, escribió Gomez. Un superávit primario es lo que queda luego de que el gasto gubernamental se sustrae de los ingresos impositivos, excluido el impacto de los pagos de intereses sobre deuda en circulación. Si bien esos objetivos podrían desacelerar la economía, es probable que el banco central tenga espacio para reducir las tasas "de los niveles de tasas nominales y anormalmente altos que está obligado a fijar hoy", escribió.
Las valuaciones de activos en el país son "atractivas, pero a menos que se restablezca una política efectiva, las perspectivas de orden de los mercados financieros de Brasil son inciertas", escribió Gómez.
Bill Gross, que administra el Total Return Fund de US$237.000 millones de Pimco, que tiene sede en Newport Beach, California, dijo la semana pasada que Brasil ya no era un mercado preferente para la firma administradora de activos.
Los bonos brasileños en moneda local cayeron 13,6 por ciento el año pasado, más que la declinación promedio de 9 por ciento de los países en vías en desarrollo en todo el mundo, mientras que los bonos gubernamentales en dólares bajaron 11,2 por ciento, la mayor cantidad desde 1998, según datos del índice de JPMorgan Chase Co.
Las autoridades elevaron la semana pasada la tasa de préstamo de referencia de Brasil a 10,5%, el sexto aumento consecutivo de medio punto porcentual, conforme el banco central trata de contener una inflación que, según se pronostica, se acelerará a 6% en 2014. Se estima que la mayor economía de América Latina se expandirá 2% este año, menos que una estimación de 2,3% de 2013.
La presidenta Dilma Rousseff viajó esta semana a Davos, Suiza, sede del Foro Económico Mundial, junto con el ministro de Hacienda, Guido Mantega; el presidente del banco central, Alexandre Tombini; y el presidente del banco de desarrollo BNDES, Luciano Coutinho.
Gomez no mencionó a Rousseff en su declaración.