Solo en su despacho de La Moneda, el Presidente Sebastián Piñera revisó los últimos detalles de la intervención que minutos más tarde haría ayer para abordar la detención de los tres soldados bolivianos tras cruzar la frontera y los numerosos cuestionamientos de autoridades de ese país -incluido el Presidente Evo Morales- al manejo del gobierno por el caso.
A las 13.19 -casi una hora más tarde de lo previsto-, el Mandatario emplazó a su par boliviano "a actuar con mayor respeto por la verdad, con mayor respeto por el derecho internacional, y también a aprender que el orden jurídico y el estado de derecho los vamos a resguardar siempre".
La creciente tensión instalada entre Chile y Bolivia tras la detención de los conscriptos fue uno de los principales temas abordados el jueves, en el comité político que encabezó Piñera tras regresar de vacaciones. Según señalaron asistentes a la cita, el Presidente manifestó su inquietud por las declaraciones de Morales y otras autoridades bolivianas, en que atribuyen al gobierno la decisión de mantener en prisión a los soldados como un acto de "venganza" por la demanda marítima de La Paz.
Piñera también ha expresado su descontento por la ofensiva del gobierno de Morales que, a su juicio, ha dado señales confusas respecto del rol de Carabineros en el episodio.
Según dicen en Palacio, Piñera decidió ayer en la mañana intervenir nuevamente en forma pública en el caso.
"Quisiera rechazar y en forma muy categórica, y con una cierta indignación, las infundadas e irresponsables insinuaciones o acusaciones que han hecho autoridades del gobierno boliviano respecto de un eventual involucramiento o complicidad de Carabineros", dijo Piñera, y remarcó que Chile ha respetado los convenios internacionales, que la justicia actuó correctamente, y criticó la "falta de cooperación" de la defensa de los soldados.
El tono de la declaración del Mandatario se replicó en la carta de respuesta que envió ayer por la tarde el embajador chileno ante Naciones Unidas, Octavio Errázuriz (ver nota secundaria). En la misiva, a la que tuvo acceso La Tercera, el gobierno respondió cada punto del reclamo boliviano. Entre ellos, la acusación de que Chile violó la Convención de Viena sobre relaciones consulares. "La detención de los tres ciudadanos bolivianos fue informada el mismo 25 de enero a las autoridades consulares bolivianas", dice el texto.
Además, se explicitan cada una de las conversaciones, como el llamado telefónico de la "autoridad máxima de la Región de Tarapacá" al cónsul de Bolivia en Iquique.
Luego, la carta menciona un contacto también telefónico entre el canciller Alfredo Moreno y su par David Choquehuanca, "para comunicarle la situación ese mismo día". Posteriormente, relata que la Cancillería citó al cónsul de Bolivia en Santiago para hacerle entrega de una nota diplomática con la información de los "hechos conocidos hasta entonces".
También, el texto defiende el actuar de Carabineros y señala que "resulta inaceptable" acusar a la institución de colaborar con el contrabando de vehículos.
Ayer, en tanto, el Presidente Morales aprovechó su intervención en la III Cumbre de países de América del Sur y Africa para hacer un llamado a ese continente a respaldar su demanda marítima. Mientras que el vicepresidente Alvaro García Linera reiteró sus críticas y dijo que La Moneda está actuando de manera "troglodita". La misión de Bolivia en la ONU, a su vez, refutó las declaraciones del jueves del embajador Errázuriz e insistió en tratar a los soldados como "rehenes políticos".