Los roces por la agenda legislativa entre un gobierno y otro no son un tema nuevo. Prueba de ello en 2006, cuando Bachelet llegó por primera vez a La Moneda, tuvo su primer choque con el ex Presidente Lagos, al decidir retirar el proyecto del puente a Chiloé, que también estaba ligado a una iniciativa legal. En total la Mandataria desechó 78 reformas de su antecesor.

En 2010, cuando Sebastián Piñera asumió en reemplazo de Bachelet, la situación no fue muy distinta. Según un catastro realizado por La Tercera, Bachelet le heredó una carpeta de 152 iniciativas en tramitación, entre ellas figuran reformas políticas y educacionales. Sin embargo, la administración piñerista sólo patrocinó 72 proyectos, de los cuales 61 se transformaron en ley, como la ley de lobby. En todo caso, el gobierno de la Alianza igualmente introdujo algunos cambios a través de indicaciones en el Congreso.

Pero existe un grupo de 80 proyectos que no tuvieron acogida en el gobierno de Piñera. Cinco  de ellos fueron retirados por el Ejecutivo, como la agencia de inocuidad alimentaria, el nuevo código procesal civil y el instituto del patrimonio cultural.  En los otros casos la administración piñerista tuvo una postura pasiva para  que fueran archivados o bien quedaran en una suerte de limbo legislativo,  sin registrar movimientos en el Parlamento desde 2010. Entre las iniciativas que fueron archivadas de la era de Bachelet  figura la reforma sobre fortalecimiento de la educación pública (enviada para compensar los vacíos que a juicio de algunos legisladoresconcertacionistas había dejado la Ley General deEducación).

Ayer, el ex senador radical y actual ministro de Justicia, José Antonio Gómez, le quitó dramatismo a los cambios en la agenda. "Yo era senador en el gobierno del Presidente Piñera y él retiró la mayoría de los proyectos de la Presidenta Bachelet. Y nadie discutió su derecho", dijo Gómez.

En respuesta el ex ministro Andrés Chadwick dijo que la diferencia es que el actual Ejecutivo ha transformado este proceso normal en un conflicto. "Nosotros jamás hicimos una bandera política o usamos ni hicimos un punto de acción política diciendo, vamos a retirar tales proyectos", señaló Chadwick.