Fue en el segundo bloque del debate cuando los asesores que acompañaron a Sebastián Piñera tras bambalinas -Rodrigo Hinzpeter, Andrés Allamand, Alberto Espina, Ignacio Rivadeneira y Cristián Larroulet- comenzaron a relajarse. Si bien el formato del foro facilitaba la confrontación entre los candidatos, pasada la primera media hora el propio Piñera se mostró más distendido y comenzó a sonreír. Incluso, cuando alegó a Frei porque, a su juicio, no lo dejaba hablar.

El senador DC no se había mostrado agresivo, como calculaban en los días previos, asumiendo que era él quien debía arriesgar más.

Si bien el comité estratégico presente en los camarines del set en Mega llegó a inquietarse cuando el abanderado se enfrascó en una breve discusión con uno de los periodistas, sentían que había pasado el momento más duro.

A las preguntas sobre si incluiría o no a ex funcionarios del régimen militar en su eventual gabinete, el empresario buscó reforzar el eje de que el suyo sería un gobierno de cambio y renovación y, por lo mismo, "no contempla" que ex ministros de Pinochet "se repitan el plato". De paso, disoció su figura de ese período recordando su voto por el No y su calidad de opositor a Pinochet.

En este tema, también, el piñerismo siente que el candidato logró contener con éxito a Frei, cuando éste le enrostró la presentación de un proyecto de amnistía en el Senado: el candidato le recordó al ex mandatario que retiró ese proyecto y se sumó a la propuesta de ley Figueroa-Otero, considerada una "ley de punto final" por el PS en aquella época.

CAMBIO Y DOMINIO DE TEMAS
La ley Figueroa-Otero fue uno de los papers que le preparó su comité estratégico para el debate. En los días previos, sus asesores se encargaron de elaborarle carpetas con ideas-fuerza. El objetivo era mostrarlo como un candidato que domina los temas, por lo que Piñera apeló en varios pasajes al uso de cifras cuando hablaba.

Otro eje del debate apuntó a mostrar a Frei como un candidato del pasado, destacando que ya fue Presidente y que, a su juicio, no lo hizo bien. Para ello apeló a las casas Copeva (mostró fotos de la población El Volcán) y a la crisis asiática, entre otros temas. Esta idea venía precedida por una conferencia que dieron sus voceros el domingo, en que presentaron un crudo balance de la gestión de Frei entre 1994 y 2000.

En contraste a ello, Piñera se mostró como la carta del cambio, su eje durante todo el balotaje.