"Presidente, no se ven las viviendas. Faltan casas aquí en Dichato", gritó ayer a Sebastián Piñera un vecino del balneario. Inmediatamente, otras personas se plegaron a las peticiones y comenzaron a solicitar al Mandatario avances en la reconstrucción.

Piñera había llegado a Dichato a las 13.00 y, apenas se bajó del helicóptero Bell 412 de la Fach, pidió caminar por la costanera del lugar. Ahí, pese a la aglomeración, continuó a pie, en un viaje marcado por los gritos en contra de la reconstrucción. Muchos, sin embargo, también aplaudieron la presencia del Mandatario.

Aunque se detuvo en más de una oportunidad a escuchar las peticiones de la gente, el paseo estuvo resguardado por un fuerte contingente de carabineros uniformados y de civil.

Tras llegar al llamado "mall" del lugar -un galpón con restaurantes-, donde Piñera comió una empanada, se trasladó a un punto de prensa frente a otra cocinería. En el camino recibió el aviso de que en el sector céntrico de Dichato -a varios kilómetros de donde se encontraba- había una manifestación en protesta por el proceso de reconstrucción. Y que había ocho detenidos.

"Lamento que haya habido algunos disturbios y que algunas personas han sido detenidas. Vengo en son de paz, vengo a conversar con los vecinos", dijo el Mandatario.

Inmediatamente y mientras Piñera almorzaba junto a parlamentarios oficialistas de la zona y la ministra de Vivienda, Magdalena Matte, funcionarios de gobierno se encargaron de transmitir que los manifestantes eran liderados por el senador del MAS, Alejandro Navarro.

El senador había llegado en la mañana a Dichato, acompañado del senador socialista Fulvio Rossi. Aunque ambos tenían previsto supervisar la reconstrucción y plegarse a la marcha, se trasladaron a la comisaría para intentar liberar a los detenidos. Ahí permanecieron junto al alcalde de Tomé, Eduardo Aguilera (DC).

Los manifestantes fueron liberados una vez que Piñera abandonó Dichato, pasadas las cinco de la tarde.

Mientras estaba en la comisaría, Navarro acusó una "militarización" del pueblo, debido al contingente policial, mientras que Rossi criticó al Gobernante.

"Uno espera que el Presidente converse con la gente, pero aquí hubo represión como en tiempos de dictadura", dijo.

Ambos se sumaron al descontento de los manifestantes por las expropiaciones que el gobierno pretende hacer en la costa de Dichato para construir un parque antisísmico.

Las protestas no fueron el único inconveniente que marcó la visita a la región. En horas previas, La Moneda decidió abortar la visita que el Mandatario realizaría a una villa en Coronel. En ese lugar había malestar de un grupo de vecinos que reclamaba haber pagado un mayor precio que otros por sus viviendas.