Sebastián Piñera realizó anoche su primera cadena nacional. Con el salón del consejo de gabinete de fondo, el Presidente se refirió a su primera semana en La Moneda marcada por el terremoto y tsunami del 27 de febrero pasado.
En medio de la confusión que ha existido en los últimos días por la cifra de muertos y damnificados, el Presidente fijó algunos números. Dijo que las pérdidas de vidas humanas ya superan las 400, los desaparecidos suman más de 100 personas, hay 800 mil damnificados y "hay más de dos millones de chilenas y chilenos afectados" por la catástrofe.
En su discurso, que duró ocho minutos, también dio a conocer las cifras materiales: "Más de 200 mil viviendas destruidas o gravemente dañadas, 2.750 escuelas inhabilitadas y casi un millón de niñas y niños sin poder iniciar normalmente su año escolar". Estas estadísticas -informadas ayer a Piñera en una reunión con el ministro de Educación, Joaquín Lavín- son el doble de lo que se conocía hasta ahora, ya que el primer catastro elaborado por el Mineduc reveló que había 1.019 colegios inhabilitados y otros 631 tenían otro tipo de daños.
El Gobernante, agregó, además, una cifra que hasta ahora se desconocía: 35 hospitales inutilizables o severamente dañados. Hace una semana, la lista oficial entregada por el gobierno planteaba que había 23 hospitales con daños y cuatro de ellos inhabilitados debido a perjuicios estructurales.
Piñera reiteró que el costo estimado de los daños del sismo es cercano a los US$ 30 mil millones, lo que representa cerca del 17% del Producto Interno Bruto (PIB). Y anunció la creación de 60.000 oportunidades adicionales de empleo, especialmente en las regiones afectadas en la Séptima y Octava Región.
Sin hacer anuncios ni entregar fórmulas, Piñera dijo que su gobierno ahora iniciaba formalmente la etapa de reconstrucción. Y precisó: "Quiero ratificar nuestro compromiso con una política macroeconómica responsable, con mantener la competitividad de nuestra economía y con la recuperación del equilibrio fiscal estructural. Sin embargo, la crisis económica y el reciente terremoto y maremoto nos exigen una aproximación gradual a algunos de estos objetivos, los cuales estarán plenamente logrados hacia el fin de nuestro gobierno", sentenció.
El Presidente también reiteró el llamado a enfrentar la reconstrucción en unidad.
"Estos son tiempos de unidad y no división. De generosidad y no de egoísmos. De urgencia y no dilaciones. De fraternidad y no de odiosidad. De eficiencia y no despilfarro", dijo.
Tras un debut muy intenso, en que Piñera hizo nueve vocerías en 48 horas, en los últimos tres días el Presidente disminuyó su exposición pública, delegando las vocerías a sus ministros.
Al igual que sus antecesores, la cadena fue gravada momentos antes de su transmisión voluntaria.
El contenido de su discurso fue realizado tras varias reuniones con sus minitros. La más extensa fue ayer antes de almuerzo con su equipo económico, encabezado por el titular de Hacienda, Felipe Larraín, y la directora de Presupuesto, Rossana Costa.