Una conversación a solas sostuvo ayer en La Moneda el Presidente Sebastián Piñera con los senadores Jovino Novoa (UDI) y Alberto Espina (RN).

Ambos parlamentarios -referentes de las dos posturas con las que el oficialismo ha encarado la discusión presupuestaria- habían sido convocados en forma especial por el Mandatario, minutos antes de un almuerzo que tenía programado con los integrantes de la Comisión Mixta de Presupuesto. En los días previos, Novoa había liderado la visión de quienes abogan por bajar ciertos impuestos, mientras que Espina había encabezado la otra corriente que demandaba aumentar recursos en determinadas partidas presupuestarias.

Precisamente, algunas de esas visiones opuestas fueron las que habían motivado la reunión-almuerzo de ayer. El encuentro había sido agendado, a solicitud del Mandatario, tras la seguidilla de críticas de sectores oficialistas contra algunos capítulos del Presupuesto 2012, como Educación, seguridad ciudadana o los eventuales recortes al subsidio del transporte público en regiones.

Algunos asistentes relataron que Piñera dio el puntapié inicial a la cita con una exposición de la crisis económica en ciernes. Con ese análisis, el Jefe de Estado demandó unidad y responsabilidad de los legisladores y argumentó que el escenario económico obligaba a controlar el gasto público.

Según varios comensales, Piñera dijo: "¡Hasta cuándo con las irresponsabilidades!", y exigió terminar con las presiones al Ejecutivo.

El Mandatario les explicó que posiblemente el próximo año se requerirá un plan de contingencia con recursos frescos, por lo que no era prudente aumentar ahora el erario nacional. Aunque el tono severo del Presidente dejó poco espacio para la disidencia, según algunos comensales, igualmente hubo consultas sobre aquellas partidas más conflictivas.

Pero fue el propio Piñera quien salió a responder las dudas. En materia de Transantiago, detalló que los fondos "espejo" para regiones estaban cuadrados, pero que, a juicio del gobierno, resultaba mejor poner esos dineros en otro ministerio para dar una ejecución más directa en favor de las provincias.

En Educación, el Jefe de Estado reiteró que el gobierno sólo tenía financiado becas para estudiantes provenientes del 40% de la población más vulnerable y que cualquier incremento requeriría necesariamente una reasignación de recursos.

Para algunos legisladores, esta última sentencia del Presidente dejaba cerrado el camino a una reforma tributaria. No obstante, otros parlamentarios interpretaron sus palabras como una señal de apertura a aumentar el porcentajes de beneficiados y que el mayor financiamiento, vía alzas de impuestos, no quedaba descartado.

Los márgenes estrechos del debate presupuestario los había adelantado también el vocero de La Moneda, Andrés Chadwick, tras una reunión del comité político entre ministros y representantes de partidos oficialistas. "Si podemos disponer el día de mañana de más recursos, por supuesto que nos gustaría avanzar y profundizar en los sectores de clase media", dijo el portavoz, quien agregó que, por ahora, el Ejecutivo sólo podía financiar becas al 40% de sectores más vulnerables.

Aprueban partida de Transportes

Pese a los reparos de parlamentarios de distintos sectores ante eventuales recortes al subsidio para regiones, ayer el presupuestario del Transantiago logró pasar una primera valla legislativa.

Con el voto disidente del diputado Enrique Jaramillo (PPD), la Quinta Subcomisión Mixta dio el visto bueno a los fondos solicitados por el Ministerio de Transportes.

La semana pasada, legisladores UDI habían cuestionado que había un desmedro para las provincias de $ 46 mil millones. Aunque el Ejecutivo argumentaba que esos fondos estaban en el presupuesto de otros ministerios.

Para despejar el punto, ayer el titular de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, garantizó que las regiones elegirán en qué gastar los fondos.

En tanto, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, realizó también ayer una presentación sobre la ejecución presupuestaria de este año. A agosto llega a 58,4%, nivel levemente inferior respecto a los anotados al mismo mes en los cuatro años anteriores.

También Larraín concurrió a una sesión de la Comisión Mixta de Presupuesto, que analizó en forma especial el proceso de reconstrucción. En la cita, el ministro desestimó las críticas de una lenta ejecución del presupuesto, y dijo que era normal que se produjeran diferencias entre lo gastado y lo presupuestado.