El 11 de septiembre, un día después de que CNN transmitió en vivo una entrevista realizada en el Penal Cordillera al ex jefe de la Dina Manuel Contreras, el Presidente Sebastián Piñera se contactó con la ministra de Justicia, Patricia Pérez.

Durante el diálogo, dicen fuentes oficialistas, el Mandatario encargó a la secretaria de Estado un exhaustivo informe sobre el funcionamiento tanto del Penal Cordillera como de Punta Peuco, que acogen, respectivamente, a diez y 44 ex uniformados con condenas por violaciones a los derechos humanos.

Tras conocer la entrevista, dicen fuentes de Palacio, el Mandatario recibió con "molestia" las informaciones sobre las instalaciones y los beneficios que reciben los reos. En esa línea, los informes solicitados a Pérez buscan precisamente uniformar los estándares de dichos penales con los de los centros de detención comunes.

Esa misma semana, además, el tema fue analizado por el Mandatario con el comité político de La Moneda, con la idea de introducir eventuales cambios en Punta Peuco y en el Penal Cordillera. En esa línea, dicen altas fuentes oficiales, el Mandatario evaluará con los documentos en mano el eventual cierre de este último penal, con la idea de aglutinar en el primero a la totalidad de los condenados, entre otras alternativas.

Consultada al respecto, la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, aseguró a La Tercera que "el Presidente comentó en el comité político que está evaluando cerrar el Penal Cordillera. Esa es una decisión que se va a tomar en los próximos días, después de una evaluación".

Esta semana, en una entrevista en CNN, Piñera señaló que "estoy revisando, como Presidente, si se justifica que exista una cárcel como Cordillera, donde entiendo que hay solamente 10 personas privadas de libertad con más de 40 gendarmes. Estamos estudiando si eso se justifica, cuáles fueron las razones que tuvo el Presidente Lagos para haber construido esa cárcel y qué medida podemos tomar al respecto".

En Palacio aseguran que la decisión será tomada por el Mandatario de vuelta del viaje que inició ayer a Nueva York.

En el gobierno, en todo caso,  coinciden en señalar que existe una mala evaluación de los beneficios a los que están acogidos ex uniformados como Contreras y de la alta cantidad de gendarmes que deben ser destinados a las instalaciones. En el Ejecutivo, además, provocó malestar la entrevista con el ex jefe de la Dina, que se produjo justo en momentos en que La Moneda centró la conmemoración por los 40 años del Golpe en un llamado a la reconciliación y una dura condena a las violaciones de los DD.HH., como enfatizó el Mandatario en un discurso que pronunció el 9 de septiembre en La Moneda.

De hecho, las mismas fuentes aseguraron que se logró instalar a Piñera como uno de los protagonistas de las conmemoraciones, considerando que, pese a los resquemores de su propio sector, apuntó también a los "cómplices pasivos" durante el régimen militar.