"Chilevisión seguirá siendo una sociedad anónima, con el estatuto jurídico y características que tiene hoy y con la independencia que ha marcado su gestión. Lo nuevo es que su dueño será un ente sin fines de lucro". Así resume un importante colaborador de Sebastián Piñera la fórmula elegida por el Presidente electo para, sin vender las acciones que posee (el 100%), dejar la administración mientras esté en La Moneda.
Calificada por el entorno piñerista como uno de los "casos especiales" que debía resolver una vez electo (se inició la enajenación de Lan y estaría definido que no vende Colo Colo), el destino de CHV fue uno de los temas que más le costó zanjar públicamente.
"Estamos estudiando fórmulas como venderlo o transferirlo a una fundación", decía, en agosto, el entonces candidato. Aunque la mención a no vender las acciones que compró en 2005 al grupo Claxson, en US$ 24 millones, le valió críticas del oficialismo -acusó conflicto de interés y puso en duda la independencia del canal-, Piñera optó por esa opción.
"CULTURA Y SOCIEDAD"
El miércoles 27 de enero, el Ministerio de Justicia publicó un decreto clave para los planes de Piñera respecto de CHV: aprobó la modificación de estatutos de la "Fundación Futuro y Sociedad" -presidida por él-, que a partir de ese minuto cambiaría su nombre a Fundación Cultura y Sociedad y vería modificada las actividades para la que fue creada.
Cercanos al piñerismo explican que "Cultura y Sociedad" será la entidad sin fines de lucro que quedará como dueña de las acciones de CHV. "Es una fundación distinta de Fundación Futuro, sin operaciones anteriores, que se adecuó en cuanto a su objeto y administración para el ámbito social, comunicacional, deportivo y de promoción de valores, entre otros", dice una fuente que conoce de cerca el proceso. A esa fundación el mandatario electo transferirá las acciones del canal -que posee a través de Bancard- y en la práctica quedará como la propietaria de CHV.
Fuentes que conocen la fórmula con la cual el mandatario electo busca tomar distancia de la propiedad del canal explican que, con la transferencia de las acciones a la nueva fundación, quedaría cortado el vínculo económico de Piñera. Esto, porque la fundación es sin fines de lucro y las utilidades que genere la estación, que no sean reinvertidas en mejoras para el mismo canal o en sus actividades, podrían ser distribuidas a Cultura y Sociedad y ésta podría realizar otras actividades benéficas.
Según consta en la reducción de las escrituras públicas de las sesiones de directorio en que Piñera zanjó el carácter de la fundación, en el proceso ha sido apoyado por el abogado Bernardo Simián, del estudio de Fernando Barros, asesor del Presidente electo y quien coordina la venta de Lan.
EN BUSCA DE INDEPENDENCIA
La del 7 de enero fue una jornada intensa para Piñera. A 10 días de la segunda vuelta, el entonces candidato partió con la visita a una caleta de pescadores en Coquimbo. Tras ello regresó a Santiago, donde por la tarde se reunió con Mario Vargas Llosa en el bar Quitapenas, en Recoleta.
Entre ambas actividades, sin embargo, se dio tiempo para presidir la sesión extraordinaria del directorio de Fundación Futuro y Sociedad. En el piso 17 del edificio de Apoquindo 3000, junto a su hermana Magdalena y a su esposa, Cecilia Morel, Piñera subsanó las observaciones que le hizo llegar el Consejo de Defensa del Estado, un día antes, a Simián.
A fines del año pasado, el CDE emitió un informe respecto de la propuesta de modificación de estatutos que le había hecho llegar la fundación piñerista semanas antes. Es que la primera cita del directorio de Futuro y Sociedad en la cual se planteó el cambio de estatutos se produjo el 6 de octubre de 2009. Aquel día, los mismos integrantes de la reunión del 7 de enero propusieron cambiarle el nombre a Futuro y Sociedad (la idea original era denominarla Fundación Libertad) y ampliar el objetivo de la organización: entre otras, la institución podría ahora desarrollar actividades en educación, cultura, comunicación social y difusión del acontecer nacional e internacional.
El CDE puso dos reparos. Pidió cambiar el nombre y retirar de su giro el área de "capacitación". Ambas observaciones fueron subsanadas en la cita de comienzos de año: "Libertad" dio paso a "Cultura y Sociedad", y se retiró de los estatutos la posibilidad de capacitar gente.
Las bases de la nueva fundación dan cuenta de cómo quedará compuesto su directorio. Un tema no menor pues, según explican cercanos a Piñera, Cultura y Sociedad (C&S) "como dueña de las acciones, designará al directorio de CHV", el órgano que administra el canal de TV.
Según el texto, el directorio de C&S será presidido por su fundador (Piñera) o por quien éste designe como reemplazante, y por cuatro directores confirmados por el presidente. Los estatutos dan amplios poderes a la figura fundadora, la que además de poder remover a quien elija como su reemplazante, puede retomar su rol como titular de la fundación en cualquier momento.
Los directores deben ser nombrados en marzo, pues cada dos años, durante este mes, el presidente evalúa su continuidad.
Altas fuentes piñeristas dicen que el Presidente electo -quien el martes dará a conocer a sus ministros- no ha dado señales de a quién designará como titular de la fundación. Sí que se trata de un paso clave, pues no sólo debe garantizar "la absoluta independencia en el manejo del canal", sino convencer de que así será.
obre todo, porque en su gobierno se terminarán de tramitar leyes clave para el mercado, como la votación del proyecto de TV digital -hay sectores que cuestionan el carácter de indefinida de las concesiones de TVN, Canal 13 y la Universidad de Chile (que usufructúa CHV)- y el estatuto de TVN.
"El referente es el directorio de Chilevisión", agrega un connotado piñerista. En el entorno del Presidente electo consideran que la composición del actual gobierno corporativo del canal (por donde transitan o han transitado ex ministros de la Concertación, como Carlos Hurtado o José Joaquín Brunner, y empresarios, como Juan Claro y Fabio Valdés), ha dado muestras de independencia.
En esta línea, cercanos al canal que conocieron cómo trabajó el directorio mientras Piñera lo presidió (hasta fines de abril) aseguran que el entonces candidato mantuvo una relación fluida con Mario Conca (gerente general) y Jaime de Aguirre (director ejecutivo). Con ambos se reunía cada 15 ó 30 días, principalmente, a revisar los estados financieros y las propuestas programáticas.
Estas fuentes dicen que, más allá de quejas por multas del CNTV por el contenido de bloques de farándula y la forma en que afectaban la imagen del canal, ni Piñera ni sus más cercanos en el directorio (Fabio y Santiago Valdés) se metieron en el contenido de los programas periodísticos.
Cercanos a Brunner -que renunció al directorio en enero de 2009- aseguran que el ex ministro ha dicho que mientras él estuvo nunca hubo grandes discusiones ni conflictos respecto de la independencia del canal. Brunner sí cuestionó, agregan, la entonces incipiente idea del ex senador RN de traspasar las acciones a una fundación, porque a su juicio, será poco creíble hablar de independencia.
Durante la campaña, no pocos piñeristas dieron cuenta de que, para el ex senador, la posible venta del canal fue siempre un tema sensible.
Desde que compró CHV, el canal ha mostrado un repunte. Si en 2002 su rating promedio fue 4,9 puntos, en 2009 terminó con 7,8 (TimeIbope). El primer semestre del 2009 arrojó ganancias por $ 3.295 millones, el único que creció respecto del mismo período del año anterior. Hace cinco años trabajaban unas 200 personas, hoy son casi 800.
"Chilevisión es como su último gran proyecto", dijo hace un tiempo Cecilia Morel, dando cuenta del interés de su esposo por ver concretado el proyecto de US$ 16 millones que el canal tiene proyectado en la ex fábrica Machasa, donde quiere levantar un custler de comunicaciones.