Aprovechando su estadía de fin de semana en la residencia presidencial de descanso de Cerro Castillo, en Viña del Mar, el Presidente Sebastián Piñera sorprendió esta tarde a los feligreses al participar de la Misa de Resurrección que se realizó en la parroquia Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, próxima al palacio.

El jefe de Estado y su esposa Cecilia Morel, compartieron la eucaristía con los vecinos del sector. Al culminar la misa, el sacerdote, como acostumbra, despidió con un apretón de mano a sus fieles en la puerta del templo, entre ellos al Presidente y Cecilia Morel.

Ambos salieron entre aplausos y caminaron las tres cuadras que separan la iglesia de Cerro Castillo, al tiempo que vecinos celebraban el retorno de esta tradición de que los presidentes caminen por el barrio. Según recordaban, Jorge Alessandri y Salvador Allende fueron los últimos presidentes en hacerlo.

Posteriormente, a pocos metros de entrar al palacio, el Mandatario saludó a un grupo de niños que lo esperaba a las afueras con un muñeco de Judas, antigua tradición del cerro.

Mientras la autoridad bromeó a los pequeños con el buen vestuario de Judas, los niños le preguntaron si él era verdaderamente el Presidente de Chile y si quería participar de la quema del muñeco, ante lo cual el Mandatario se excusó por otros compromisos.