A las 9.30 horas de hoy, la ex Presidenta Michelle Bachelet llegará junto a su madre, Angela Jeria, al Museo de la Memoria. Ambas realizarán un recorrido privado, sin prensa, para visitar un sector donde se exponen numerosas fotografías de detenidos desaparecidos y fallecidos durante el régimen militar, entre ellos el padre de la ex mandataria, el general de la Fach Alberto Bachelet.

Algunas horas después, cerca del mediodía, el Presidente Sebastián Piñera abandonará su despacho en el segundo piso de La Moneda para cruzar a la Plaza de la Constitución. Ahí cantará el Himno Nacional y verá el izamiento de las 14 banderas que representan a las regiones del país, como parte de la ceremonia de apertura de la plaza tras varios meses de obras de mantención.

Ambas escenas marcarán el comienzo de los simbólicos actos que tanto el Mandatario como la abanderada presidencial opositora realizarán hoy, en forma paralela, con motivo de la conmemoración de los 40 años del Golpe de Estado.

La decisión del bloque opositor de restarse de la ceremonia en La Moneda y realizar un acto propio provocó una intensa polémica en los días previos.

De hecho, el gobierno había invitado a Bachelet y los otros ex presidentes de la República. Su notificada ausencia obligó al Ejecutivo a modificar las características de la actividad e invitar, por ejemplo, a todos los candidatos presidenciales, entre ellos la oficialista Evelyn Matthei.

Según cercanos al ex Presidente Eduardo Frei, este irá al Museo de la Memoria. Mientras en el entorno de Ricardo Lagos Escobar señalaron que, por problemas de agenda, no asistiría a ninguna de las dos actividades. Patricio Aylwin, a su turno, tampoco irá por motivos de salud.

Además, La Moneda intentó sumar a algunos parlamentarios opositores, invitando a las comisiones de Constitución y DD.HH. del Congreso. Finalmente, ningún congresista de la Nueva Mayoría aceptó la convocatoria. Tampoco lo hizo el presidente del Senado, Jorge Pizarro (DC).

En este escenario, con el objetivo de dar un carácter institucional a la ceremonia, en el Ejecutivo invitaron a representantes de la Corte Suprema, el Consejo de Defensa del Estado, el Tribunal Constitucional y el Servel.

Todos ellos estarán sentados en el Patio de los Cañones de La Moneda, viendo en pantallas gigantes la ceremonia de apertura de la Plaza de la Constitución.

Luego, Piñera ingresará a La Moneda caminando sobre una alfombra roja para realizar su "reflexión" en torno al Golpe. "Será algo sobrio", dicen en Palacio.

Según expresan en el gobierno, el Presidente intercambió correos electrónicos con algunos de sus ministros durante el fin de semana, preparando su discurso.

La semana pasada, el Mandatario dijo a La Tercera que durante el régimen militar hubo "cómplices pasivos" que "sabían y no hicieron nada o no quisieron saber y tampoco hicieron nada". Esto provocó quejas de los dirigentes de la UDI y RN.

Así, en el Ejecutivo dicen que si bien Piñera expresará su rechazo al régimen militar y las violaciones a los DD.HH., evitará abrir una confrontación con dirigentes de su propio sector. La UDI había pedido que el Mandatario abordara las razones del quiebre institucional y los errores de la Unidad Popular. Y en los días previos, el ministro Andrés Chadwick (Interior) se contactó con los timoneles Patricio Melero (UDI) y Carlos Larraín (RN), a quienes aseguró que el tono del Mandatario resguardaría el clima de la coalición.

En todo caso, en La Moneda dicen que la intervención de Piñera, con un rechazo categórico a las violaciones a los DD.HH. realizado de forma oficial como el primer Mandatario de centroderecha, marcará un hito en la postura de su sector.

A su turno, Bachelet llegará junto a su madre a la explanada del Museo de la Memoria cerca de las 10.00, tras su íntimo recorrido por el edificio. Ahí, sentada en primera fila, verá los homenajes a la histórica dirigente de la Agrupación de Familiares de DD.DD., Ana González; y al abogado de DD.HH., Andrés Aylwin, hermano del ex mandatario.

Tras esto, Bachelet intervendrá ante cerca de 700 invitados. El eje de su discurso, dicen en la oposición, será la necesidad de avanzar en mayor verdad y justicia para las víctimas del régimen militar. Además, abordará los temas que a su juicio están pendientes en materia de DD.HH.