Poco después de presentar ayer formalmente su renuncia como titular de Justicia, Teodoro Ribera cruzó desde La Moneda hasta el ministerio, en calle Morandé. En ese instante se desarrollaba el acto de aniversario por los 180 años de la cartera, que Ribera no alcanzó a presidir.
El ex diputado permaneció en su oficina, mientras la subsecretaria del ramo, Patricia Pérez, lideraba la ceremonia. Horas después, Pérez asumiría en reemplazo de Ribera.
El hecho de que no se postergara con antelación la actividad -pese a que la salida del ministro se asumía como inminente- terminó por confirmar el hecho de que Ribera mantenía a firme su decisión de no renunciar hasta el domingo en la tarde.
Cita en casa de Piñera
La salida del hasta ayer ministro se selló el domingo a altas horas de la noche, cuando tras un llamado de Piñera, Ribera llegó a la casa del Presidente en Las Condes.
Cercanos a Ribera y fuentes de La Moneda aseguran que en la cita -que se efectuó en estricta reserva- el Mandatario le pidió su dimisión, la que el titular de Justicia oficializó ayer en una reunión en la mañana con Piñera en La Moneda.
Renuncia en La Moneda
Ribera redactó en una sala del segundo piso de Palacio una misiva que leyó a la prensa en el Patio de los Naranjos, pasadas las 10 horas, y en la que dijo haber sido "objeto de acusaciones tendenciosas", asociadas a "hechos falsos", y acusó que "se les ha dado tribuna a quienes han sido objeto de reproches por la justicia, por un mero afán persecutorio".
Sólo poco antes de que Ribera llegara a La Moneda, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, telefoneó al aún timonel RN, Carlos Larraín, para notificarle la salida del ministro. "Eso es un error", habría replicado el jefe RN.
Críticas en comité político
La decisión del Presidente de remover a Ribera se comenzó a gestar el jueves de la semana pasada, durante una reunión con los ministros del comité político: Andrés Chadwick (Interior), Cristián Larroulet (Segpres), Cecilia Pérez (Segegob) y Felipe Larraín (Hacienda), donde se evaluaron todos los antecedentes de la vinculación de Ribera con el caso acreditaciones.
Esto, luego de que se conociera que el ex jefe de la cartera contrató al ex presidente de la Comisión Nacional de Acreditaciones Eugenio Díaz como asesor de Gendarmería en 2011 y 2012, cuando la CNA revisaba la acreditación del Instituto Incacea, del cual Ribera tiene un 7,5% de propiedad.
A lo que se sumaron unos correos electrónicos intercambiados entre ambos en 2010, en los que Díaz le solicitaba ayuda para incorporar a un pariente a la Universidad Autónoma, de la cual Ribera era rector.
Aunque entonces La Moneda había respaldado al ministro, se comenzó a instalar la idea de que la polémica se volvería insostenible políticamente, aun cuando el Ejecutivo ha defendido públicamente que el ex ministro no está vinculado a ilícitos.
Reunión con Chadwick
El viernes, Ribera se reunió discretamente a desayunar con Chadwick. A esas alturas, La Moneda tenía un crítico diagnóstico del manejo comunicacional del secretario de Estado, que se acrecentó con los días debido a un conjunto de declaraciones públicas mal evaluadas y que pesaron en la decisión de apartarlo de la cartera.
Tras el encuentro, el ministro del Interior contó los pormenores de la cita a Larraín, a quien le advirtió que el futuro del titular de Justicia en el gabinete "era complejo". Además, le señaló que el Presidente resolvería la continuidad de Ribera en los próximos días.
"Sin llorar"
Tras comunicar su renuncia, Ribera abandonó La Moneda asegurando que la política "es sin llorar y sin dolor". Horas después, retornó a Palacio para la ceremonia de entrega del cargo vistiendo la misma corbata que utilizó 17 meses antes para asumir la cartera.