Si las proyecciones de derretimiento del Ártico para el 2100 son reales, los pingüinos emperadores se quedarán sin su medio ambiente para vivir y procrear, poniendo a su población en grave riesgo.
Actualmente existen 54 colonias, y los expertos ya están intentando adelantarse a las implicancias que el derretimiento de los polos tendrá en esta especie. En un principio pensaron que quizás se podrían salvar emigrando a lugares más aptos para vivir, sin embargo un nuevo estudio ha dado a conocer que esto no será posible.
De acuerdo a una investigación liderada por el Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI), los pingüinos no podrán sobrevivir al cambio, y las colonias existentes se deteriorarán rápidamente, por lo que urge que sean enlistados como una especie en peligro.
"Basándome en este estudio, concluimos que el futuro se ve oscuro para finales del 2100, con una población global que se proyecta que declinará en un 40% y luego a un 90% en tres generaciones. Debido a esto, sostenemos que el pingüino emperador merece protección bajo el Acta de Especies en Peligro", señala Stephanie Jenouvrier, bióloga del WHOI y autora de la investigación.
Cada vez que hay una alteración en su ambiente producto del cambio climático, los pingüinos emperadores se trasladan a mejores terrenos. Basándose en ésto, los expertos crearon un modelo demográfico mediante proyecciones matemáticas, en donde concluyeron que al ritmo en que aumentan las temperaturas, éstos animales rápidamente se quedarán sin terreno hacia donde ir. "Y el clima no es fijo, así que incluso si los pingüinos emperadores se cambian de locación con mejores condiciones de hielo, ésto podrían cambiar drásticamente de un año al siguiente", agrega.
Según resalta la investigación, la relación entre los pingüinos emperadores y el hielo de mar debe además tener un equilibrio, pues muy poco hielo reducirá la posibilidad de sitios para reproducción, y mucho hielo significará viajes de caza mucho más largo para los adultos.
De acuerdo a los expertos, agregar al pingüino emperador en la lista de animales en peligro ayudaría en muchas cosas, por ejemplo, gatillaría nuevas regulaciones de pesca en el Océano Austral que podrían ayudar a esta especie sobrevivir mejor el cambio climático.