Cagliari consiguió un valioso y merecido empate en una complicada visita al Giuseppe Meazza del Inter de Milán. Mauricio Pinilla anotó de penal para un equipo que comenzó con mucha intención, pero que terminó resistiendo y sufriendo en los minutos finales.

El local debió llegar confiado al Giuseppe Meazza, dispuesto a enfrentar -y superar- a un rival que aparecía mucho más abajo en la clasificación en la tabla, con muchas derrotas a cuestas, y un planteamiento más bien mezquino. Bastaron los primeros movimientos del partido para darse cuenta que los rojiazules no estaban de acuerdo en contar esa historia y que buscarían el partido jugando arriba, arriesgando e insistiendo. 

La propuesta del equipo de Diego López incomodó demasiado a un Inter que no lograba entender el partido del todo, y que no tuvo el dominio que esperaba. El partido fue de ida y vuelta, con peligro cerca de las áreas, aunque con algo de imprecisión en los metros finales.

Y en esa misma imprecisión estaba Mauricio Pinilla. El chileno, convocado por Jorge Sampaoli para el amistoso frente a Alemania, luchaba junto a sus compañeros, pero corría sin suerte. Sus participaciones se reducían a una chilena imperfecta en los 5', un centro rebotado a los 12', y una falta provocada en los 27', en tres cuartos de cancha.

Pero el minuto de gloria iba a llegar para el ex azul para recompensar su esfuerzo. Una torpe mano de Rolando en los 39' iba a darle la posibilidad a la visita de aventajarse en el marcador, y Pinilla tenía la palabra. Desde los doce pasos definió de manera impecable, y consiguió el primero del partido, y su octavo en el torneo. 

Reacción oportuna

El Inter volvería a la carga luego del descanso. Superada la impresión inicial, se plantó con solidez para enfrentar los segundos 45 minutos y recuperarse en el marcador. Con empuje y buen fútbol lograron llevarse por delante a sus rivales, y pronto se encontraron con el empate. 

El ingreso de Mauro Icardi fue fundamental, ya que el reemplazante de Diego Milito tuvo una en la primera pelota que tocaba, y luego, en el 51', le bajó de cabeza el balón a Rolando en área chica, para que el brasileño fusilara a quemarropa y corriera a celebrar la igualdad parcial. 

Cagliari aún respondía. Se hacía con el balón e impedía que el Inter siguiera insistiendo, pero el cansancio era notorio y el poder ofensivo decayó notablemente. Pinilla desapareció del partido, y terminó siendo reemplazado por Nene en el minuto 71. Crecía el local, pero todavía el empate parecía justo.

Y se quedaría con la igualdad, porque, pese a que el Inter buscó, realizó cambios ofensivos y por ratos fue superior, no encotnró nuncala profundidad necesaria para convertir el gol de la victoria.

Con el resultado, Cagliari mantuvo su posición en la tabla, pero llegó a los 25 puntos que lo revitalizan en el campeonato. Inter se mantiene también en la quinta posición, muy lejos de los primeros puestos.