Minuto 119. Un cronómetro marcado para toda una nación. También para un hombre: Mauricio Pinilla, que incluso se tatuó un dibujo recordando la hazaña que no fue. Fue hace tres años exactos cuando un travesaño le negó el gol de la clasificación a Chile frente a Brasil, en el Mundial, obligándolos a degfinir el paso a cuartos de final a penales.

Hoy parecía ser una historia similar. Fue en el mismo minuto cuando un tiro de Arturo Vidal chocó en el palo derecho y luego, cuando Martín Rodríguez parecía abrir el marcador, el travesaño se lo negó. Allí, Pinilla no aguantó más y tuiteó por algo que parecía una maldición: "Me muero".

Esta vez la historia fue otra y, aunque el gol no llegó en el tiempo complementario, Chile clasificó de manera histórica, por un 3-0 en penales, a la final de la Copa Confederaciones, donde espera el rival entre Alemania y México.