Representantes de una agrupación de desempleados ocuparon hoy dos edificios históricos de Buenos Aires y la sede de un banco de capitales españoles para secundar una huelga de hambre en reclamo de políticas sociales para la provincia norteña de Chaco, una de las más empobrecidas de Argentina.
La manifestación es liderada por Raúl Castells, jefe del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), quien se apostó en la Plaza de Mayo, a escasos metros de los lugares donde militantes de su agrupación replican la protesta: el patio del Cabildo, la Catedral Metropolitana y la sede central del Banco Santander Río.
En declaraciones a la televisión, Castells aseguró que ha comenzado una huelga de hambre "por tiempo indefinido" y reclamó "respuestas concretas" para dejar sin efecto la protesta.
"Tomamos simbólicamente el Banco Santander Río porque en este país importan más los banqueros. Se ocupa un banco español para que sepan en Europa lo que están haciendo a los chaqueños", destacó el líder "piquetero", como se llama en Argentina a los desempleados que cortan calles y carreteras para manifestar sus demandas.
Al igual que otras organizaciones de desocupados, el MIJD exige ser incluido en un plan de empleo en cooperativas lanzado hace meses por el gobierno y que, según denuncian, es controlado por alcaldes de municipios de las afueras de Buenos Aires afines al gobierno de Cristina Fernández.