Piratas buscan el poder en Islandia
Fundado en 2012 por hackers, poetas y activistas, el Partido Pirata islandés es favorito de cara a las elecciones parlamentarias. La formación ha sacado provecho a su promesa de combatir la corrupción, la misma que obligó a dimitir al primer ministro por el caso Panama Papers.

Fue la sensación de la última Eurocopa. La selección de fútbol de Islandia sorprendió al mundo al alcanzar los cuartos de final del torneo y dejar fuera de competencia a rivales tan poderosos como Inglaterra. Pero ahora el país de apenas 330.000 habitantes vuelve a sorprender, esta vez en el terreno político.
Aunque aún no hay fecha para su realización, las elecciones parlamentarias anticipadas que se celebrarán en los próximos meses en Islandia ya tienen un claro favorito: el Partido Pirata. Los islandeses apuestan a que la formación contestataria, fundada en 2012 por hackers, poetas y activistas y que ha alcanzado una intención de voto récord -superior al 40%-, saque al país de la crisis de confianza hacia los políticos originada en 2008 con el colapso del sistema financiero de la isla del Atlántico Norte y agravada tras la renuncia, en abril, del primer ministro David Gunnlaugsson por el caso de los Panama Papers.
La crisis financiera global de 2008 golpeó con fuerza a Islandia. La moneda local (corona islandesa) se devaluó en un 60% al año siguiente, la tasa de desempleo se dobló y los controles de capital que entonces se pusieron en marcha aún se mantienen. A pesar de la gravedad de la crisis financiera y el colapso bancario, Islandia ha tenido una recuperación bastante exitosa.
Pero la confianza pública en las autoridades de Islandia y el sector bancario no lo hicieron. Una encuesta de Gallup de 2009 mostró que el 89% de los islandeses no creían en sus instituciones financieras. Una impresión que se mantiene hasta hoy, según otro sondeo de Gallup que reveló que sólo el 12% de la población confía en el sistema bancario del país y apenas un 17% en el Parlamento.
Con este escenario, era esperable la tormenta política y posterior crisis de gobierno provocada tras la implicación de Gunnlaugsson en el escándalo de evasión fiscal revelado por los Panama Papers. El político del Partido Progresista se vio obligado a dimitir al conocerse que poseía con su mujer una firma offshore en las Islas Vírgenes Británicas con bonos de la banca islandesa. Al mes fue reemplazado por el ministro de Pesca, Sigurdur Ingi Johannsson, que convocó elecciones anticipadas para el otoño boreal.
“El descontento y la desconfianza en Islandia es alta”, dijo a Los Angeles Times Eva Heida Onnudottir, investigadora de la Universidad de Islandia y experta en el Partido Pirata. “Cuando se combina esto con los votantes cada vez más volátiles después de la crisis financiera y los Panama Papers, el Partido Pirata realmente se beneficia”, asegura.
El Partido Pirata ha sacado provecho de este descontento y a su promesa de transparencia para combatir la corrupción. Y las perspectivas ofrecen un impresionante crecimiento a la formación, que obtuvo solo un 5,1% de votos en 2013 y tres escaños (de un total de 63) en el Parlamento, incluyendo el de su líder, Birgitta Jónsdóttir. Según un sondeo difundido en abril, los piratas han alcanzado un récord de intención de voto del 43%, superior a la de la suma de los dos partidos del actual gobierno de centroderecha. Hoy el Partido de la Independencia tiene un apoyo del 21,6%, mientras que el Partido Progresista alcanza un respaldo de 7,9%
“La gente en Islandia está harta de la corrupción y el nepotismo”, dijo Jónsdóttir a La Tercera (ver entrevista). “Queremos ser el Robin Hood del poder. Le quitaremos el poder a los poderosos y se lo daremos al público general de Islandia”, manifiesta esta activista, poeta y ex colaboradora de WikiLeaks.
Según Jónsdóttir, el objetivo es lograr un sistema democrático más justo y participativo. En ese sentido, la plataforma de amplio alcance del partido incluye democracia directa, cambios en la Constitución y reforma de la ley sobre derechos de autor de Islandia, así como la concesión de asilo al ex analista de la CIA Edward Snowden, responsable de la filtración sobre el programa de espionaje masivo de EE.UU.
De llegar al poder en Islandia, sería todo un logro para los Partidos Piratas de Europa, que se convirtieron en un fenómeno en 2006 cuando en Suecia se creó el primero de ellos. “Allí (Islandia) podemos llegar a gobernar, la gente está harta. Somos una opción política en la que confían muchos jóvenes”, comentó Rick Falkvinge, fundador del Partido Pirata sueco. Su formación política logró en 2009 representación en el Parlamento Europeo. Un año después se fundó el Partido Pirata Internacional en Bruselas y 33 países siguieron el ejemplo de Suecia.
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