La fuerza naval multinacional enviada hace un año para acabar con la piratería ha tenido un éxito limitado y los expertos señalan que los ataques a grandes buques no acabarán hasta que se eliminen los refugios de los piratas en Somalia.
Los ataques de piratas casi se duplicaron en el 2009 respecto al año anterior, a pesar del envío en diciembre del 2008 de la Fuerza Naval de la Unión Europea, la primera fuerza internacional especialmente diseñada para enfrentarse a piratas somalíes.
Los piratas de esta nacionalidad actualmente mantienen secuestrados al menos 10 barcos y más de 200 tripulantes a cambio de rescates millonarios.
Aún así, los partidarios de la fuerza naval internacional señalan que el nivel de éxito de los piratas se ha reducido casi a la mitad desde que empezaron las patrullas.
"Muchos más barcos hubieran sido capturados si nosotros no estuviéramos ahí", dijo a The Associated Press el comandante John Harbour, portavoz del grupo.
Harbour señaló que los piratas no han capturado a ninguna embarcación en el abarrotado Golfo de Aden desde julio, lo que demuestra el impacto de la fuerza naval, indicó.
Piratas somalíes intentaron capturar al menos 209 barcos este año hasta mediados de diciembre, secuestrando al menos a 43 de ellos, señaló la Oficina Internacional Marítima. La cifra contrasta con los 42 ataques fructíferos de 111 intentos en el 2008, antes de que la fuerza naval de la UE fuera desplegada.
Los piratas han respondido a la presencia de naves de la OTAN, la UE, Japón, Corea del Sur y China desplazándose a aguas menos protegidas.
Para llevar a cabo sus operaciones, los piratas han empezado a usar barcos capturados como sus embarcaciones, lo que les ha permitido atacar naves incluso a 1.609 kilómetros (1.000 millas) de distancia de la costa somalí, explicó Harbour.
"No podemos decir que nadie ha ganado la guerra contra la piratería. Esta continúa", dijo Cyrus Mody, de la Oficina Internacional Marítima. "Aún existe una significativa cantidad de piratería. No se ha reducido desde el año pasado".
Los gobiernos son reticentes a intervenir en Somalia ya que muchos recuerdan la intervención estadounidense en el país en 1993, que terminó en una lucha contra caudillos y culminó con una batalla en la que murieron 18 soldados estadounidenses.
Aunque se arrestaran a más piratas, la masiva pobreza de Somalia provoca que muchos hombres estén dispuestos a probar la piratería para obtener parte de los cuantiosos rescates. Sólo ejerciendo control en las costas, se combatirá la piratería, dicen algunos.
"Esto no se va a resolver apresurándose por el Océano Indico con buques de guerra, capturando piratas", dijo Peter Hudson, el comandante de la estrategia contra la piratería de la fuerza naval de la UE. "La solución a largo plazo, por supuesto, es desembarcar en la costa de Somalia".