A las dos de la tarde y después de una hora y media de retraso, la organización tras el tradicional "piscinazo" de la Reina del Festival de Viña resolvió suspender la actividad. Cerca de 150 periodistas y reporteros nacionales e internacionales esperaban a la nueva soberana, la modelo Francisca "Kika " Silva, quien llegaría hasta la piscina del Hotel O'Higgins a eso de las 12.30 horas de este sábado, para realizar su esperada performance. Una hora más tarde, la joven de 24 años permanecía en su habitación del Hotel, a la espera del aviso de diario La Cuarta - que lidera la elección de las reinas -, debido a una protesta que se realizaba fuera del recinto.
Se trataba de los pobladores del campamento Felipe Camiroaga, quienes llegaron hasta el mediático lugar para manifestarse contra la municipalidad de la Ciudad Jardín por falta de luz. Su manifestación incluyó el lanzamiento de piedras y objetos que llegaron hasta la piscina, donde se encontraba la prensa. La inseguridad que se generó, tanto para los reporteros como para la reina con su equipo y las personas que protestaban, hizo que la producción resolviera suspender el acto, desplazándolo para este domingo a las 12.30 horas.
Pero la actividad tendrá un evidente giro. Desde Canal 13 y el matinal Bienvenidos (quienes apoyaron la candidatura de Silva), se espera cumplir con esta actividad que tradicionalmente sella la coronación de la ganadora. El programa, sin embargo, no desea quedar indiferente ante los hechos ocurridos, y cambiará la actuación que preparó la reina 2017. Eso incluye el descarte del baile que había preparado, y más aún: el esperado diseño que vestiría a la panelista del matinal ya no se realizará. Así, se espera cambiar el tono del espectáculo, haciéndolo más discreto y menos festivo de lo planificado.
La idea sonó desde la suspensión del piscinazo. De hecho el propio Marlon Parra, tatuador y quien ha creado los atuendos de las últimas reinas coronadas por Canal 13, había manifestado su desacuerdo con hacer nuevamente su laborioso trabajo mañana domingo, que este sábado le tomó cerca de cinco horas. "Someter a toda la gente que trabajó, a ella misma, toda la noche, otro día más, no lo justifico", dijo entrevistado por La Tercera.
La modelo llegó la noche del viernes al Hotel O'Higgins, para poder madrugar y alistarse desde las 5 de la mañana, acompañada por su equipo. Una vez cancelada la actividad, Silva se mantuvo en su pieza junto a su familia y parte de los miembros del programa, hasta salir pasadas las 15 horas. "Era mucho mejor que se haya suspendido, era un riesgo. Era algo complicado estar haciendo una fiesta con una situación con gente que no lo estaba pasando bien", dijo a su salida.